Fiestas, sexo, dinero y whisky
La ciudad de Sacramento, donde nació y se crió Joan Didion, es el escenario de su primera novela que publicó en 1963 cuando tenía 29 años y vivía en Nueva York. La historia comienza y termina en agosto de 1959 con un disparo en un embarcadero. Entre medias hay un periodo de más de veinte años, que se remonta a 1938, en el que somos espectadores de la vida de una familia californiana. El centro de la novela es el matrimonio de Lily y Everett y alrededor de ellos sus dos hijos, la hermana de él, Martha, los padres de ambos y los amigos de la familia. Pero el libro podría haberse titulado «Lily» porque ella es la auténtica protagonista, una mujer hermosa y deseada y también frágil, insegura, incapaz de decir no y de lidiar con las cosas cotidianas, como organizar una casa, hacer compras razonables o llevar una vida social.
Un personaje cuya debilidad provoca tanta ternura como a veces irritación y que recuerda por momentos a la Daisy de «El gran Gatsby». Ella no representa la esencia de ese sur decadente, anclado con orgullo en sus prejuicios raciales, su clasismo, su amor por el lujo y la ostentación, sin embargo es el origen de ese disparo, que es tanto como decir el origen de la pasión, también una característica sureña. Pero, sobre todo, es un personaje para el recuerdo.
Ranchos de California
La generación de la que habla Didion es la de los bisnietos de los pioneros que levantaron California en el siglo XIX. En los años cincuenta, los grandes y fructíferos ranchos heredados empiezan a fragmentarse para aprovechar el «boom» inmobiliario de la costa Oeste y los huertos y prados se venden para aprovechar los dividendos de las autopistas. El calor, el whisky, el sexo, las fiestas, el dinero, todo lo que hemos leído o visto en las pantallas está presente en esta obra. Lo cual no es una crítica, en absoluto, la novela funciona gracias a una atmósfera que envuelve y atrapa al lector de tal manera que emociona leer que Lily sintiera «de un modo tan real como sentiría un dolor de cabeza, el peso de la vulnerabilidad de Everett» al tiempo que a nuestra mente llegan ecos de Edith Wharton y cuando la autora hace referencia a una obra de Hemingway y a otra de Steinbeck nos damos cuenta de que Didion tiene como todos los escritores sus padres literarios y que, como buenos padres, están presentes sin molestar. Didion dice en el documental sobre su vida, «El centro cederá», que California siempre le pareció un agotador enigma y no parece estar demasiado satisfecha de este libro. Sin embargo, es una dignísima, inteligente y entretenida primera novela.