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Fogwill, aquel modo de vida

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  • Diego Gándara

    Diego Gándara

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Suele pasar: poco después de la muerte de un escritor aparecen enseguida sus inéditos, sus póstumos, sus textos perdidos y sus papeles olvidados, que pasan a engrosar una obra de la cual el autor, por diferentes razones, quizá había decidido excluirlos. Nabokov, Borges, Cortázar, Hemingway y Bolaño son algunos de esos de quienes, tras su muerte, no han dejado de salir novelas, cuentos, fragmentos, cartas y todo tipo de material inédito. Una larga lista a la que ahora se suma, con «Nuestro modo de vida», el nombre del argentino Fogwill. Segundo libro póstumo después de «La gran ventana de los sueños» (un artefacto extraño, donde el autor exploraba su mundo onírico con su ajustada y inteligentísima prosa), «Nuestro modo de vida» es una novela que fue escrita en 1981 y que permaneció sin rastro durante más de treinta años: el manuscrito estaba en manos de una mujer chilena que había trabajado con el escritor en el sector empresarial en aquella época y quien, al morir aquél en 2010, se la hizo llegar a su hija, albacea de la obra.
«Mi objeto, si se lo alcanza a detectar en la novela, es el límite entre el adentro y el afuera de la obra como alegoría del límite entre el adentro y el afuera de la vida humana», dice Fogwill en el prólogo del libro, que presenta a Fernando y a Rita, una pareja de pequeñoburgueses que viven entre el vacío de las cosas y la insustancialidad de los objetos y que ofrecen, en conjunto, el reflejo de una década marcada por el consumo constante.
Empleado en una multinacional, Fernando es amante del confort. Reside con Rita en una zona donde vive la clase alta, al costado de un campo de golf. Desayuna mariscos, se va de vacaciones a Rusia y se agobia porque anda en un coche nuevo, de color blanco, mientras que la mayoría de los vehículos de ese mismo modelo son, en cambio, azules. Envuelto en la superficialidad de su propio vacío, Fernando ve entonces la oportunidad de comprarse otro coche cuando su jefe le encarga acordar un negocio con unos japoneses. Suele pasar: en comparación con lo que Fogwill publicó mientras vivió, «Nuestro modo de vida» parece un libro menor al que se le notan las costuras de la edición póstuma, aunque es posible ver, en esta novela anterior a su primera obra publicada, los rasgos de una historia caracterizada por la fascinación por los objetos y por la excelencia de una sintaxis que se ha hecho única.