Habla, muerto
Rafael Balanzá (Alicante, 1969) ganó el Premio Café Gijón en 2009 con «Los asesinos lentos», una novela rotunda que le situó en un lugar destacado del panorama literario. En «Recado de un muerto», Balanzá vuelve al género negro para narrar la historia de Pablo, un traficante de drogas que prepara un atraco a un prostíbulo de carretera. Contada en primera persona en un tono que recuerda la voz en «off» de una película policiaca norteamericana en blanco y negro, el protagonista detalla sus idas y venidas a lo largo de tres días marcados por un extraño e-mail que es el punto de partida de la acción: su remitente es un amigo muerto y afirma que Pablo le ha matado. Durante el resto de la novela acompañamos a un hombre cada vez más desquiciado por el panorama desolador de Las Zalbias. Entre polígonos industriales donde se ubican clubes de alterne y algunos restos de la época en que la gente vivía cultivando el campo van apareciendo el resto de los personajes que se pueden dividir en dos grupos: Pablo, su novia y sus amigos, que quieren escapar de esa vida de forma rápida y arriesgada, y, por otra parte, su madre y sus hermanos, resignados con la vida que les ha tocado en suerte. La redonda estructura de la novela consigue que al llegar a las sorprendentes últimas páginas el lector necesite volver al primer párrafo del libro para asimilar la tragedia de ese tipo de personas que, como afirma el protagonista, se la juegan por algo que no merece la pena.