La reinvención de papá

Ser padre ya no es lo que era. Ésa es la tesis de que se vale el psicoanalista italiano Massimo Recalcati, quien en «El complejo de Telémaco» examina la figura paterna en el corazón de la sociedad contemporánea y su evaporación del sistema simbólico. Un sistema que ya no cuenta con el padre-amo como garante de la ley pero cuyo eclipse, definitivo, no ha podido, sin embargo, desterrar el malestar de la cultura. A diferencia de Edipo, que desea asesinar a su padre –complejo sobre el que se estructura el orden simbólico y, con él, la cultura–, o de Narciso, sin una imagen, más que la suya propia, en la cual reflejarse, Recalcati se centra en otro personaje de la literatura clásica: Telémaco, el hijo de Ulises que Homero ha perfilado en la «Odisea»: alguien que mira hacia el mar y espera el regreso de su padre para que traiga consigo la «ley de la palabra» y haga funcionar el orden en la ciudad, presa de «la noche de los pretendientes» que rodean a su madre.

Didáctico, provisto de un lenguaje psicoanalítico que no le impide expresar claramente sus ideas, Recalcati se nutre no sólo de la literatura clásica, sino que se vale también de las bellas artes y del cine de Pasolini con su «Salò»o de Nanni Moretti más cercano a nosotros en el tiempo de «Habemus papam» con el objetivo de medir el pulso de una época en la que el padre, en su sentido simbólico, ya no posee «la última palabra acerca del sentido de la vida y la muerte, del sentido del bien y del mal».

Es una palabra, señala el autor, en «extinción». Lo cual significa que volver a la figura del padre-amo es, hoy por hoy, nos guste o no, un intento quimérico. Lo que verdaderamente importa, explica, es preguntarse de qué manera puede reconfigurarse la sociedad a partir de un nuevo nombre, de un nuevo complejo cuyo trasfondo no sea la muerte del padre, sino su regreso.