Los peligros del mundo líquido

Sagaz observador de las realidades de nuestras sociedades fluctuantes, Zygmunt Bauman se dedicó durante sus más de cuarenta años de docencia e investigación a ver pasar enfrente de sus ventanas a los niños que iban a la escuela en grupos. La reflexión sociológica que propició ver el cambio de estos grupos, que antes tenían cada uno «un solo color» y que con el pasar de los años fueron mezclándose en diversas tonalidades, sirve como arranque a un volumen en el que Bauman propone algunas claves interpretativas para entender la juventud actual y los problemas más acuciantes a los que se enfrenta. «Sobre la educación en un mundo líquido» recoge una serie de veinte entrevistas con Ricardo Mazzeo en las que Bauman desgrana varios de los temas más importantes que afectan a los jóvenes: la inmigración, las drogas, la violencia, la integración social. Con una mirada amplia y hábilmente interrogado, Bauman disecciona el comportamiento juvenil en grupos sociales diversos y se detiene en diversos casos, desde la adicción a los videojuegos e internet hasta el consumismo de-saforado o la apatía política. De gran interés es la manera en que las conversaciones ejemplifican, en el marco teórico de la célebre idea de Bauman de «modernidad líquida», la interacción de autóctonos y alóctonos.

Sociedad de la indiferencia

A partir de diversos ejemplos cercanos se da pie a la abstracción teórica: en un parque del Berlín, por ejemplo, una familia alemana se queja del olor de la barbacoa de una familia turca. Luego, los alemanes comienzan a despojarse de sus ropas para tomar el sol y es el padre turco quien se queja. La tolerancia, la mutua comprensión, la fusión de sus horizontes y la creatividad de una sociedad multicultural surgen de la conversación con Bauman. La verdadera paideia debe dar solidez a nuestra sociedad «líquida», proporcionar valores, vínculos y certidumbres en el estado democrático, pero dando cuenta de la multiforme realidad que se transforma de manera vertiginosa. Bauman ofrece claves que deberían orientar a nuestros educadores y políticos para hacer frente a la disolución de las certezas que ha producido la sociedad de consumo y de indiferencia actual.