Novela

Steiner, maestro narrador

El ensayista esboza sus postulados ideológicos en estas geniales narraciones

Steiner, maestro narrador
Steiner, maestro narradorlarazon

No resulta muy frecuente que un crítico y teórico de la literatura se adentre en el campo de la ficción creativa, ejemplificando con esta dedicación los postulados estéticos que le resultan afines. El caso tan conocido de Umberto Eco y sus novelas «El nombre de la rosa» o «El péndulo deFoucault», donde se muestra el eficaz sentido comunicativo y liberador de la cultura europea, puede ser excepcional, pero no único. Contamos ahora con la mejor obra narrativa de George Steiner (París, 1929) en un volumen titulado «En lo profundo del mar», que ofrece un muestrario de sus extensos relatos, en los que este prestigioso intelectual aborda sus más característicos temas: la idea de una perdida Europa exquisitamente civilizada e ilustrada, la necesidad de recordar –y en algún estratégicocaso, también olvidar– el pasado histórico, los atributos filosóficos del lenguaje y la idiosincrasia ideográfica de los idiomas, el demoledor protagonismo de las utopías totalitarias, la amenazada ética del humanismo estético, el ocaso de los respetados ascendentes culturales; o, curiosamente, la decisiva importancia de la música: «La música es la única realidad perceptible para el hombre que gobierna el tiempo» (pág. 109).

- Historias con alma

Es evidente que Steiner no es un narrador puro, y su prosa va encaminada a corroborar mediante la ficción la validez de sus criterios culturales y sociológicos. Pero esto no impide una escritura de elaborada factura formal, logrados recursos estilísticos y una encomiable amenidad que atrapa al lector desde las primeras líneas de cualquiera de estas historias. En la que da título al volumen, un hombre vive obsesionado, en el ambiente de la marina, con su muerte en el mar, y los celos amorosos le jugarán una malapasada; «El traslado de A.H. a San Cristóbal» plantea la ucrónica realidad de que Hitler no muriera en su búnker berlinés, resultando capturado por un comando israelí que convivirá con su prisionero, mostrando así la cotidianidad del mal y su inherencia a la condición humana; en «No vuelvas» hallamos el regreso de un oficial alemán al pueblo francés al que reprimió durante la ocupación, desatando trágicamente viejos fantasmas del pasado; con «Elpastel» nos conmovemos ante las rocambolescas penalidades de la resistencia antinazi; y dentro de este mismo periodo histórico, «Dulce Marte» desarrolla una culturalista peripecia de trasfondo sentimental, enigmático planteamiento y sorprendente resolución; o «Noël, Noël», una inquietante fábula navideña.

Tras estas narraciones está el ensayista, crítico literario y teórico de la cultura que perfila en prosa su mejor radiografía intelectual: escritor de formación multilingüe, defensor de la tolerancia convivencial, adscrito a la metodología racionalista, agudo comentaristade los textos bíblicos y judaicos, profundo admirador de la cultura clásica grecolatina, y entregado partidario de una visión humanista y liberal de la vida. Con estos relatos, de certeros diálogos, lograda ambientación de una atormentada Europa, un pausado e intrigante ritmo argumental y un discurso teórico, hallamos la fascinación por la palabra, el lenguaje y su silente expresión artística: «Cuando hizo la palabra, Dios también hizo posible su contrario. El silencio no es lo contrario de la palabra, sino su guardián». (pág. 55) Todo un hallazgo este Steiner narrador.