Surfistas sin compasión

En los últimos años se ha asentado un realismo crítico centrado en la denuncia de desigualdades sociales, corruptelas políticas, chapuceras modernidades, fraudes diversos y hasta pintorescas intrigas literarias. Belén Gopegui, Pablo Gutiérrez, Benjamín Prado o Almudena Grandes, bajo el magisterio inigualable del añorado Rafael Chirbes, conforman una reivindicativa narrativa testimonial que, sin panfletarios maniqueísmos, radiografía implacablemente patentes injusticias y desequilibrios de nuestra época. En esta línea, Daniel Ruiz García (Sevilla, 1976), quien sorprendía el año pasado con «Todo está bien», una conspiración política aderezada de sensacionalismo periodístico, publica ahora «La gran ola», libro ganador del XII Premio Tusquets Editores de Novela. Es ésta una historia centrada en un agresivo mundo empresarial que, bajo un falso humanismo de personal autoafirmación comercial, impostada filosofía «new age» aplicada a las ventas masivas, y un engañoso marketing solidario, esconde una agresiva competitividad depredadora, taimadas estrategias publicitarias y el imperio, en suma, de las despiadadas ganancias. La acción se vertebra sobre la espléndida creación de personajes como Julián Márquez, temible ejecutivo de exigente intransigencia para con sus subordinados; los Monsalves, padre e hijo propietarios de la familiar fábrica de detergentes; Jaime Ribera, vendedor en paro que, cansado de esos simbólicos «lunes al sol», irá a por todas en los nuevos horizontes profesionales que se le ofrecen; Peláez, arribista y trepador; Estabile, gurú ideológico de «coaching» y «powerpoint», y Martita Pineda, audaz y resolutoria directiva, o Gertru, dócil y apocada secretaria.

Todos ellos envueltos en un siniestro lenguaje banal y estereotipado: «Optimización de resultados», «didáctica grupal», «balance final», la «tormenta de ideas», una «línea de renting», el «mercado global» o el «ranking personal»; expresiones acuñadas para denominar un arrasador universo de incontrolados beneficios económicos y áridas expectativas individuales.

Conócete a ti mismo

No resulta casual que se proponga como libro de cabecera del buen gestor empresarial «El arte de la guerra», de Sun Tzu, texto de manifiesta y lógica agresividad aplicable a las diversas situaciones de la vida, y del que se cita aquí: «Hacerte invencible significa conocerte a ti mismo. Aguardar para descubrir la vulnerabilidad del adversario significa conocer a los demás». Una actitud ésta centrada en referencias de poder y dominación de un figurado belicismo que cobra carácter real en las intrigantes y desleales vicisitudes de los protagonistas. El mismo Ruiz García ha calificado acertadamente su libro como «novela laboral», que trasciende, cabe añadir, ese estricto ámbito para denunciar el enajenado extrañamiento de las relaciones sociales, su dura frialdad, áspero sentimentalismo y oscuros intereses comerciales. En buena, triste medida, la esencia misma de la condición humana.

Es ésta una lúcida y feroz sátira, mordaz aunque contenida, de las agresivas técnicas empresariales surgidas de una desoladora crisis económica y un desnortado futuro laboral. La «gran ola» del título de esta lograda novela expresa la ambición de esos metafóricos «surfistas» que ambicionan aquí el triunfo profesional a toda costa. La sombra del fracaso planeará sobre estas arrebatadas aspiraciones, imagen de un decadente mercantilismo deshumanizado, falsario, implacable y tiránico.