Una comunidad de vecinos en la mirilla
Susana Vallejo se sirve de un cadáver y un alma pululante para su novela negra
El cadáver de una anciana permaneció durante siete meses en su casa de Barcelona sin que nadie lo descubriese. Y lo que para los mossos d'esquadra es habitual -hay decenas de casos al año- para Susana Vallejo no lo fue, así que decidió guardar el recorte del periódico en su «caja de ideas» junto a servilletas con anotaciones, blocs de apuntes y otras rarezas. Allí descansó en paz una de las protagonistas de su último libro, «Calle Berlín, 109», hasta que esta escritora madrileña decidió resucitarla como María Eugenia, el fantasma que pulula por el edificio de la calle Berlín después de haber sido asesinada.
Susana Vallejo presenta una novela negra, la historia de un homicidio en un bloque de pisos en el que todos los vecinos tienen algo que esconder y todos están en la lista de sospechosos del mosso Gerard. «Todo el mundo guarda secretos y además, a pesar de que todos nos sintamos rodeados de gente, la gente se siente sola. Los vecinos de María Eugenia no se conocían entre ellos hasta que el descubrimiento del cadáver les lleva a interaccionar. Esa realidad es la que he intentado reflejar, pero siempre de forma entretenida», explica Vallejo.
Enfatiza lo de «entretenida» porque para ella es «una obsesión que el estilo sea ágil, fluido y fácil de leer». «Yo pienso como lectora y la literatura con la que te aburres como una ostra no tiene cabida. Si además cuentas algo, estupendo. Hay que cuidar cada palabra, hay que cuidar cada párrafo y yo pongo mis cinco sentidos para que sea sencillo», defiende. Así lo demuestran sus otras novelas, El espíritu del último verano y Switch in the red, que han sido finalistas en certámenes como el Premio Minotauro 2008 y el Premio Edebé de Literatura Juvenil 2011, en el que se hizo con la victoria.