Vamos a deshacer la casa
Una finca situada en Antioquia, Colombia, llamada «La Oculta», comparte nombre com la nueva novela de Héctor Abad Faciolince, escritor colombiano, autor de uno de los mejores libros que un hijo ha escrito sobre un padre («El olvido que seremos», publicado en España por Seix-Barral en 2006) y que, en esta novela campestre, que escarba en una historia pesada y familiar, da vida a tres hermanos atravesados por la memoria y unidos por una finca cuyo nombre es «La Oculta».
Hasta allí llega Antonio (que vive en Estados Unidos con su novio), quien después de recibir la noticia de la muerte de su madre vuelve de inmediato a su país para reencontrarse con su pasado en un paisaje tan bucólico y sombrío como es el que rodea la finca. Allí se encuentran también sus dos hermanas: Pilar, una mujer de fuerte carácter, firme y disciplinada, y Eva, cuyo sentimiento por ese territorio frondoso, donde hay una laguna, y esa finca, llena de recuerdos, se mueve entre la nostalgia y la desesperación.
Estructurada a partir de los monólogos de estos tres hermanos que narran, con un tono coloquial y, por momentos, desmesurado, Abad Faciolince pone en juego la relación fraterna que les une, en un viaje perpetuo donde se mezclan el pasado, el presente y el futuro. Todo dentro de un paisaje cerrado en el que cada uno de ellos ve reflejado el paso del tiempo y el peso de una historia familiar que se confunde con la escenografía del lugar.
Los monólogos, en cualquier caso, sorprenden por la tensión narrativa, por el tono coloquial y ligero que sostienen la acción de la trama, pero, en conjunto, pueden resultar abrumadores, más allá de que cada uno de ellos representa tres formas distintas de entender y de vivir los vínculos familiares. Vínculos que, detenidos en el tiempo, encuentran su razón de ser en un espacio rural, en una finca de Antioquia, en Colombia, llamada «La Oculta».