Venecia, antes del parque temático
Impresionante trabajo del historiador inglés John Julius Norwich (1929) este que recorre la «Historia de Venecia» (traducción de Gian Castelli) desde sus orígenes en el siglo V hasta que Napoleón disuelve la República en 1797. Como no podía ser de otra manera todo parte del impacto de haber descubierto de niño la ciudad, la más bella del mundo según él, que le enseñó su padre, en un caso análogo al descrito de manera tan hermosa por Mauricio Wiesenthal en sus libros.
El ex diplomático y autor de más de veinte libros sobre la historia de Europa y del Mediterráneo, y especialista en el Imperio bizantino, logra un texto definitivo y con tanta erudición como amenidad que nos conduce a la Venecia «protegida por las aguas de su laguna a lo largo de su historia de independencia frente a todos los invasores extranjeros salvo el último y, ya en nuestra época, de la más insidiosa de las amenazas, el automóvil»; una Venecia que aún conserva el mismo aspecto que ofrecía al mundo a finales del siglo XVIII en un «aparente triunfo sobre el tiempo» que resulta del todo milagroso.
Esta mirada se mantiene vívida en el libro pues no en vano hoy Venecia mantiene su atmósfera aislada y lagunera. La misma que vivieron sus primeros pobladores en un tiempo de graves convulsiones en territorio italiano y gracias a lo cual se mantuvieron al margen de asuntos políticos. Norwich nos enseña una ciudad que se convirtió en el siglo X en un fortín comercial pero que padeció como ningún otro lugar las consecuencias de la piratería, cómo ya en el XIII era una potencia mundial pese a varias guerras defensivas, cómo recibió la amenaza otomana en el siglo XV; y cómo, en definitiva, la historia y los hombres han cruzado, admirados, su monumento más conocido: el puente de Rialto.