Vivir como un ficus
«La vida interior de las plantas de interior». Patricio Pron. Mondadori. 138 págs., 15, 90 eurs. (e-book, 10,99)
De los escritores argentinos que residen en España, Patricio Pron es, si no el mejor, al menos el más exitoso: ha ganado el Premio Jaén de Novela y su nombre circula asiduamente en blogs, revistas y periódicos. También ha escrito prólogos y una novela, «El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia», cuyo trasfondo es el tan frecuentado tema de la dictadura militar argentina. Pero Patricio Pron, por suerte, es algo más que un escritor exitoso; es alguien capaz de combinar lo mucho que ha leído con innovaciones formales y estéticas que hacen de él un autor interesante y, por momentos, original, sobre todo cuando el español de su prosa se parece más al de un castizo que al de alguien que ha nacido a orillas del río Paraná, en Rosario. Los relatos reunidos en «La vida interior de las plantas de interior», en ese sentido, así lo demuestran. Relatos en los que se advierte la respiración de escritores como Kafka, Bolaño, Foster Wallace, Copi y Roberto Fontanarrosa, con personajes que padecen un bloqueo emotivo y corporal y que logran liberarse mediante el ejercicio repetitivo de una tara: mujeres que leen necrológicas, caballos que piensan en Empédocles, floristas obsesionadas con viejos clientes y escritores cuya vida, como la vida interior de las plantas, es intrascendente.