Los apóstoles de la discordia

La Comisión de Cultura del Congreso pide a la familia Franco que devuelva al Ayuntamiento de Santiago de Compostela dos tallas del Maestro Mateo.

No es una asunto nuevo, sino que tiene un recorrido ya largo. Quizá demasiado. Retrocedamos en el tiempo. Año 1961. Franco y su esposa, Carmen Polo, visitan Santiago de Compostela. Se fijan en dos esculturas que representan a Isaac y Abraham y que presiden la escalinata del Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento y edificio aledaño a la catedral santiaguesa. El consistorio decidió regalar las tallas sin que mediara registro alguno de la operación. Desde ese momento ambas piezas son propiedad de la familia Franco, que en varias ocasiones las ha cedido para que fueran expuestas, a quienes se ha reclamado en los últimos años su devolución al Ayuntamiento de Santiago. Ayer se produjo un nuevo capítulo en este rocambolesco tema y la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados apoyó por unanimidad una Proposición No de Ley de Unidos Podemos por la que se insta al Gobierno a devolver al consistorio las dos figuras que adornaban el Pórtico de la Gloria de la catedral. La iniciativa, impulsada por En Marea, pide que se realicen las comprobaciones pertinentes para determinar si las esculturas fueron objeto de un expolio y, si esto fuera así, se lleven a cabo las acciones pertinentes, incluyendo la intervención de la fiscalía, informa Efe.

Según ha explicado el portavoz de Cultura morado, el diputado de En Marea Miguel Anxo Fernán Vello, es «depurar posibles responsabilidades y proceder a la devolución de las esculturas a su legítimo propietario, el Ayuntamiento de Santiago». Sin embargo, no ha sido la única Proposición No de Ley aprobada ayer, pues también se sumó otra, promovida por el PSOE y Compromís, en la que se pide al Gobierno que autorice la cesión temporal de la Dama de Elche a esa ciudad en 2018 y plantea también que se estudie la viabilidad de su cesión permanente y que ha contado con los votos en contra del Partido Popular y Ciudadanos. Desde el Ministerio de Cultura aseguraron ayer a este diario que «estamos dispuestos a que se valore esta cuestión. No debemos olvidar que es una pieza icónica y que constituye el objeto principal de la muestra que celebra los 150 años del Museo Arqueológico Nacional con el mismo número de piezas clave. En abril, cuando finalice la exposición, científicos y expertos comisionados para ello estudiarán la idoneidad de su traslado, nunca antes de 2019 y siempre con carácter temporal y no definitivo».