Mazinger Z nos saca del atasco

El robot creado por Go Nagai, que lo inventó en un «embotellamiento», vuelve al cine en «Infinity».

Bastaría gritar «¡Puños fuera!» para que a más de uno le diera un ataque de nostalgia. Es cierto que los jóvenes se quedarían tan panchos ante esta expresión, pero sus padres crecidos en los 70 no pueden olvidar la particular jerga, las épicas batallas y los colores refulgentes de estos robots tripulados y, en especial, el mítico Mazinger Z. Como muchas creaciones que luego han hecho carrera, este robot gigante nació de una trivialidad. «La primera inspiración me vino cuando me quedé atascado en un embotellamiento de tráfico. Pensé que ojalá le salieran piernas al coche para poder pasar a los de delante como si fuera un robot», confiesa a LA RAZÓN Go Nagai, japonés de 72 años, que en el año 1972 creó el manga en el que se basó la popular serie de animación televisiva y, por ende, este «reboot», «Mazinger Z: Infinity», dirigido por Junji Shimizu.

La historia nos permite reencontrarnos con los personajes más queridos de la saga: han pasado 10 años (en el tiempo narrativo) desde que el Doctor Infierno fuese vencido, pero aquí está de nuevo dispuesto a instaurar el Imperio del Mal en el mundo. Koji Kabuto, que vive apaciblemente como investigador científico, tendrá que tripular nuevamente a su robot Mazinger Z para enfrentarse a la amenaza. La cinta, con una animación que puede resultar «vintage» para los estándares de hoy en día, tiene la virtud de reenganchar rápidamente al espectador a un universo icónico, prácticamente desde la música inicial de los títulos de crédito, una partitura que muchos sabrán de memoria.

Considera Go Nagai que, aun con sus 50 años a las espaldas, Mazinger Z sigue siendo una creación fresca: «Así lo percibí viendo esta película. Y me parece que todavía se pueden crear historias nuevas y entretenidas con él». Para el dibujante, padre de decenas de personajes y toda una leyenda de los lápices, este robot es su «niña bonita»: «Fue mi primer personaje robótico y le tengo particularmente mucho cariño», confiesa. Desde luego es el que, gracias a la televisión, mayor popularidad alcanzó.

La guerra del futuro

Tanto en el manga como en la serie se mostraba una guerra totalmente robótica que era más propia de la ciencia-ficción que hoy en día, en que los drones y otro tipo de vehículos no tripulados están cobrando más peso. ¿Cree Go Nagai que se acercó a la realidad actual y al futuro próximo imaginando aquellos combates? «He dibujado otras obras plasmando cómo serían las guerras del futuro, pero me asusta que se estén empezando a convertir en realidad. Aunque imaginé que el desarrollo de la tecnología se emplearía en los conflictos, es muy triste comprobar que ha sido así. El futuro me preocupa. Quiero que transcurra en paz», asegura.