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«Mi lucha», en las librerías para «destruir el mito» de Hitler

Tras 70 años de prohibición, Alemania acoge la primera reedición de «Mein Kampf», comentada para «desenmascarar» la incitación al odio del texto original, que sigue prohibido

Las 800 páginas originales de «Mein Kampf» se han visto más que duplicadas con los comentarios de esta reedición
Las 800 páginas originales de «Mein Kampf» se han visto más que duplicadas con los comentarios de esta reediciónlarazon

Tras 70 años de prohibición, Alemania acoge la primera reedición de «Mein Kampf», comentada para «desenmascarar» la incitación al odio del texto original, que sigue prohibido.

Han pasado 70 años desde la muerte de Adolf Hitler, uno de los personajes históricos más detestados y temidos y, sin duda, el genocida que más tabú y vergüenza causa a la población alemana. Ayer, por primera vez en siete décadas, «Mein Kampf» («Mi lucha»), el primer y único libro escrito por el fundador del nazismo entre 1923 y 1924, vuelve a las librerías alemanas, tras haber pasado por ley a ser de dominio público. Sin embargo, no se publicará el panfleto antisemita original, sino una edición crítica mucho más larga elaborada por el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich (IFZ).

A pesar de las reticencias y las voces en contra de rescatar el pensamiento del causante de la Segunda Guerra Mundial, el IFZ comenzó a trabajar en el proyecto hace seis años y consiguió sacarlo adelante, algo que se materializó ayer con la presentación de una obra que consta de dos volúmenes (1.948 páginas) y 3.500 notas adicionales que pretenden explicar y analizar línea a línea el pensamiento de Adolf Hitler. Ha sido cuidadosamente reeditado de mano del prestigioso historiador Christian Hartman y un equipo de ocho investigadores.

3.500 notas al texto

La prohibición de «Mein Kampf» se había hecho efectiva en 1945 por el estado de Baviera (al sur del país), que disponía de los derechos de autor por hallarse en territorio bávaro la última residencia conocida del dictador. La ley alemana dictamina que los derechos de autor de un libro expiran tras 70 años, por lo que el 31 de diciembre de 2015 la obra ha pasado a ser de dominio público. Una edición crítica de uno de los libros más cuestionados de toda la historia contemporánea es «indispensable para destruir el mito», estimó Andreas Wirsching, el director del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich. Las 3.500 notas adicionales que se muestran junto al texto original del dictador intentan acercarse más al pensamiento del dictador. «La idea es reconstruir y meter en contexto el escrito de Hitler: ¿cómo nacieron sus teorías? ¿Qué objetivos perseguían? Y, sobre todo, ¿qué podemos contradecir, desde nuestros conocimientos de hoy, a las innumerables afirmaciones y declaraciones de intención de Hitler?», explicó el instituto muniqués. Este centro ha recibido numerosas críticas desde que comenzó el proyecto, suscitadas por las viejas ampollas que «Mein Kampf» podría levantar al volver a hacer recaer nuevamente la atención sobre el pensamiento de este dictador, que continúa siendo un tabú para una gran parte de la sociedad alemana. El IZF insiste en que la obra sólo puede verse como una herramienta académica y que los análisis en los que se ha trabajado exhaustivamente desde 2009 ayudan a que no se utilice el pensamiento de Hitler como instrumento de propaganda nacionalsocialista, sino todo lo contrario: desmontar el mito que se cierne en torno a la figura del genocida.

Esta particular y documentada reedición ha trabajado siempre con vientos de polémica en contra. Una de las primeras voces en contra la lanzó en 2012 la vicepresidenta del Congreso Judío Mundial, Charlotte Knobloch, quien se opuso firmemente al proyecto. «El libro será una caja de Pandora», alertó, pidiendo comprensión para los supervivientes en campos de concentración o familiares de las víctimas. «No se pueden predecir los efectos que tendrá. Más de uno podría tomar en serio las palabras de Hitler». Por diferentes motivos, tampoco el profesor de literatura alemana en el King’s College de Londres, Jeremy Adler, aplaudió el trabajo del instituto. «No hay especialistas ni en psiquiatría, ni en derecho, ni en sociología y tampoco lingüistas trabajando en el proyecto. ¿Cómo se podrá entender y analizar la particular prosa de Hitler sin expertos en estas disciplinas?», remarcó.

«Que no lo teman»

A pesar de la expectación y de que la controversia ha hecho que «Mein Kampf: edición crítica» haya llenado páginas a menudo en los grandes periódicos del país, la editorial ha salido al mercado con una tirada modesta, 4.000 ejemplares al precio de 60 euros, pues aspira a ser una obra para el gran público. El libro se presentó ayer en Múnich en medio de una gran expectación. El acto contó con la colaboración del historiador británico Ian Kershaw, quien también ha recalcado que la obra tiene un «significado histórico» pero que actualmente no está dotada de «valor político». «Alemania no tiene ninguna razón para temer ya a Adolf Hitler», apuntilló el historiador. Respecto a su edición, Wirsching contó que se quiso «conservar la edición de la época e incluso la numeración original de las páginas. En cada una de ellas, pueden verse los comentarios críticos de los historiadores», que el lector debe leer simultáneamente.

El libro original, juzgado de una paupérrima calidad literaria, no tuvo una acogida masiva. Si bien llegó a vender sólo en Alemania 12 millones de copias antes del fin de la guerra, la gran mayoría fueron comercializados después de 1933 por imposición del Tercer Reich, que hizo un enorme trabajo de promoción del mismo y lo regalaba con ocasión de bodas o graduaciones. A pesar de las prohibiciones del Gobierno durante 70 años, muchos de esos libros quedaron atrapados en los sótanos y pueden obtenerse gratuitamente en internet copias del original, ofertadas por partidos neonazis en su mayoría. Alemania seguirá prohibiendo la comercialización del texto original de Hitler alegando «incitación al odio racial», pero, a partir del pasado 31 de diciembre, editar y vender versiones comentadas sí es posible.