Buscar Iniciar sesión

Milán exhibe al Van Gogh más ligado a la naturaleza

Creada:

Última actualización:

El Palacio Real de Milán acoge hasta el próximo 8 de marzo la muestra “Van Gogh. El hombre y la tierra”, que pretende indagar en la profunda relación existente entre el célebre autor holandés y la naturaleza, una constante en toda su obra. La exposición, compuesta por 47 obras y 16 cartas del artista, muestra el interés del pintor por los ciclos de la tierra y de la vida del hombre, una temática que influyó toda su poética.
“Van Gogh no era feliz en la ciudad, necesitaba estar siempre en contacto con el campo”, explicó a Efe la comisaria de la muestra, Kathleen Adler, para resaltar el gran vínculo entre el creador y la tierra.
Desde los primeros diseños en los que Van Gogh desarrolla la técnica hasta las grandes explosiones de color, de los retratos a las naturalezas muertas, el holandés refleja siempre la rústica sencillez que había observado en la vida del campo.
“Desde su infancia, Van Gogh estudió la naturaleza con gran interés y siempre tuvo una conexión muy especial con ella”, señaló Adler.
Uno de los principales éxitos del artista es conseguir que, a lo largo de las seis secciones que componen la exhibición, el visitante pueda observar y hacer suya la vida y la fatiga del campo a través de sus dibujos.
Una de las obras centrales de la exposición es el autorretrato que abre la muestra, uno de los muchos cuadros de sí mismo que el holandés pintó basándose en la observación atenta de su propia imagen en el espejo.
Esta pieza clave de la colección, como testimonio de la faceta del autor como retratista, consigue transmitir al observador la sensación de conocer en persona al artista.
Más adelante, en la quinta sección de la muestra, serán las propias palabras de Van Gogh las que describan la personalidad del autor a través de las 16 cartas expuestas.
La mayor parte de esta colección epistolar tiene como destinatario a Theo, hermano menor del holandés y marchante de arte, que prestó dinero al autor para que pudiera dedicarse enteramente a la pintura.
El “Retrato de Joseph Roulin” es otra de las piezas destacadas de la exposición, ejemplo de la preferencia de Van Gogh por inmortalizar solo el busto de sus modelos y, en ocasiones, solo la cabeza.
Además de los retratos, la relación entre hombre y tierra y la vida en el campo, otro de los temas angulares de la muestra es la naturaleza muerta, muy presente en la tradición pictórica holandesa.
“Paisaje con las gavillas de trigo y luna creciente”, que cierra la exposición, constituye el tercer pilar fundamental de la exhibición.
“Con unas montañas de un azul intenso y una luna radiante como un sol, esta obra refleja la aguda sensibilidad de Van Gogh a la hora de seleccionar colores para conceder un efecto extravagante a sus creaciones”, destacó la comisaria.
El montaje de la instalación donde se exhibe la exposición es obra del famoso arquitecto japonés Kengo Kura, que se inspira a su vez en la naturaleza para proponer al visitante una experiencia de inmersión en el mundo de Van Gogh.
Esta muestra sirve de preludio a la Exposición Universal de Milán 2015, que versará precisamente sobre la relación del hombre con la tierra y que llevará el nombre “Nutrir el planeta, energía para la vida”.
Además, la exhibición constituye el primer evento del programa internacional “Van Gogh: todavía vivo 125 años después de su muerte”, que pretende conmemorar el aniversario del fallecimiento del artista holandés.
En este marco, todos los museos que posean obras del pintor ofrecerán al público un rico programa que permitirá a los visitantes conocer el trabajo y las fuentes de inspiración del autor.