Hacer punto ya no es cosa de abuelas
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El punto está de moda. Como tejido para confeccionar chaquetas, vestidos y bolsos, pero también como una afición a la que se han sumado muchos jóvenes, porque tricotar ya no es solo cosa de abuelas.
El punto está de moda. Como tejido para confeccionar chaquetas, vestidos y bolsos, pero también como una afición a la que se han sumado muchos jóvenes, porque tricotar ya no es solo cosa de abuelas.
El auge del fenómeno DIY ("Do It Yourself") o Hazlo tú mismo ha sumado nuevos adeptos al "hobby"de hacer punto, que permite elaborar cientos de artículos, desde los "amigurumi"japoneses, que son pequeños animalitos de ganchillo, a elementos decorativos, como colchas o cojines de "crochet".
Tejer "relaja y engancha", aseguran las nuevas seguidoras de las labores de punto, que, si no disponen del asesoramiento familiar, pueden aprender a hacer sus labores a través de vídeos con tutoriales y patrones colgados en internet, o bien asistir a alguna clase temática sobre estas técnicas.
Además, movimientos como el "urban knitting", que realiza intervenciones artísticas en el mobiliario urbano con elementos decorativos elaborados a punto, también han contribuido a sacar a la calle esta artesanal afición.
Parte del éxito de esta técnica entre las tejedoras del siglo XXI lo tiene la puesta en el mercado de nuevos hilos para elaborar estos tejidos, en un sector liderado en España por la marca riojana Lanas Stop, que ha sabido innovar con nuevos productos en un mercado dirigido tradicionalmente a mujeres mayores.
Así, según ha detallado a Efe el director general de esta firma, José Ignacio Achiaga, se ha sabido evolucionar del ovillo tradicional de lana a hilos adaptados a las tendencias de la moda y a cada temporada, elaborados con plumas de avestruz o gallo, pequeñas cuentas de cristal, lentejuelas o pequeños trozos de gasa.
En total, dispone de 150 productos básicos que suman 4.000 referencias, con una inmensa variedad cromática de hilos, elaborados en lana, perlé, "mohair", cachemira, seda, alpaca o lino, entre otros materiales.
Una de sus últimas innovaciones es la línea FUR, que imita la piel animal y se ofrece en llamativos colores, con la que se pueden realizar desde osos de peluche y mantas, hasta abrigos, y que tienen un tratamiento ignífugo.
Para el próximo verano, otra de las novedades presentadas por esta empresa riojana son las rafias, que permiten elaborar bolsos, carteras y otros complementos.
El éxito de esta empresa, que el año pasado facturó 20 millones de euros y en la que no han descendido las ventas, es que ha adaptado su producto al mercado actual.
De este modo, los hilos ya no se destinan a tejedoras que quieren realizar un producto sencillo mediante una técnica compleja; ahora se dirigen a un público joven que quiere confeccionar un artículo complejo con una técnica sencilla, ya que no tiene paciencia para dedicarse a tejer algo durante varias semanas, ha explicado.
Lanas Stop edita folletos con los hilos que pueden entrañar cierta dificultad para explicar a las tejedoras cómo utilizarlos y publica diez revistas al año, traducidas a siete idiomas. Y también cuelga vídeos con tutoriales en su página web.
Ha sacado a la venta un kit con el material, las instrucciones y las agujas necesarias para realizar un gorro, del que ofrece la posibilidad de elegir entre dos modelos diferentes.
Desde su factoría en Navarrete (La Rioja), donde cuenta con 80 empleados, a los que suman otros 60 en Cataluña, esta empresa exporta sus productos a Estados Unidos, Canadá, China, Rusia y Corea, además de vender en Italia, Portugal, Francia y Alemania, donde dispone de su propia red comercial, formada por 45 vendedores.