Un siglo de moda a través de los trajes de novias
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La diseñadora viguesa Amaya Fernández resume en una exposición que abre hoy al público en el balneario de Mondariz (Pontevedra) un siglo de moda a través de 28 trajes de novia que ha ido añadiendo a su colección personal sin marcarse retos, “sin entrar en persecuciones ni obsesionarse” con las piezas.
Su afición por la moda nupcial comenzó cuando descubrió en un armario de su casa el antiguo vestido de la boda de su madre.
A partir de ahí, ha ido recibiendo donaciones de conocidas, ya fueran sus propios trajes con los que dieron el sí quiero en el altar, de sus madres o de allegadas, detalla Fernández en una conversación con Efe.
Y así ha sido cómo ha podido conformar una antología de creaciones nupciales que van desde 1900 hasta 1999.
La muestra “De Blanco. Moda del siglo XX a través de los vestidos de novia” ya ha sido expuesta con éxito en A Coruña y recala ahora en la villa termal para repasar todas las épocas, desde las creaciones más emblemáticas de principios del siglo XX con ajustados corsés hasta los vestidos de los años 90 con grandes volúmenes.
“Realmente hay algunos, como los de los años 80, que llaman mucho la atención”, destaca Fernández.
En aquella época la moda era “muy espectacular” y los trajes de novia siempre son “el máximo exponente”.
“Si en la calle se llevaban las hombreras, en las novias se llevaban las súperhombreras”, apunta.
A través de la exposición se puede comprobar cómo en las creaciones nupciales de los años 20 triunfaban los bordados y las telas caídas.
En la década de los 30 se abrieron paso las grandes capas de tules y sedas, que fueron sustituidas llegados los 40 por las pedrerías y los cuerpos bordados siguiendo el estilo de estrellas del cine como Rita Hayworth.
Es esta última la época que ha encandilado a la creadora viguesa, que no duda en animar al público, “incluso a aquellos que no les guste la moda”, a acudir a la exposición para contemplar “de un golpe de vista” un siglo de recuerdos.
Aconseja ver la muestra en sentido inverso al orden cronológico: empezar desde los 90 para apreciar el “cambio radical” que se produjo en la manera de vestir, y también para comprobar lo cíclica que resulta la moda y cómo lo que se hoy marca tendencia ya existía en los años 20.
Según Amaya Fernández, la ropa nupcial es “la creación que mejor expresa” la creatividad de un diseñador, donde más queda patente “la versatilidad, el juego con los materiales y la fantasía”.
“De Blanco. Moda del siglo XX a través de los vestidos de novia” estará abierta hasta el 7 de noviembre en el Balneario de Mondariz con visitas guiadas, previa cita.