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Álex Ubago: «No me considero un moñas»

Sale a la venta «Canciones impuntuales», su sexto disco, que mantiene su esencia, con temas de amor y desamor.

Álex Ubago
Álex Ubagolarazon

Sale a la venta «Canciones impuntuales», su sexto disco, que mantiene su esencia, con temas de amor y desamor

Aún tiene la esperanza de ser capaz algún día de no esconder las heridas que le duelen al pensar que la va queriendo cada día un poco más. ¿Cuánto tiempo vamos a esperar? Tras cuatro años y medio, la banda sonora del amor vuelve puntual, con «Canciones impuntuales», un disco que mantiene su esencia, que incluye temas de amor y desamor a partes iguales y que saldrá a la venta el 5 de mayo. «Algunas historias son vivencias personales y otras las cuento como espectador», asegura Álex Ubago.

–¿Qué ha hecho durante estos cuatro años y medio?

–Los primeros dos estuve de gira, que arrancó en España pero se fue alargando por diferentes lugares de América. Me marché a vivir allí con mi familia. Luego me di un tiempo para disfrutar de ellos, para componer y para preparar este disco.

–Vuelve más maduro.

–Lo de la madurez siempre ha sido relativo. Con 20 años me decían que sonaba maduro. Ya son 36 tacos, dos hijos, 16 años de carrera musical...

–¿Y más enamorado?

–La verdad es que sí. Por la relación que tengo con mi mujer y con mis hijos me siento afortunado. Estoy enamorado de mi familia.

–¿El amor envejece?

–Supongo, pero en el buen sentido. Cuando las personas envejecemos, los sentimientos evolucionan a la par.

–¿Caduca?

–Hay amores con fecha de caducidad. Otros no la tienen.

–Usted sabe mucho del amor.

–Ni más ni menos que nadie. El amor para mí es una fuente de inspiración. El mundo de los sentimientos, de las relaciones humanas, de lo que nos mueve el corazón... es lo que siempre me ha dado más carrete para escribir mis canciones.

–¿Cuántas veces se ha enamorado?

–Dos o tres. Alguna vez me han roto el corazón, pero no tantas como muchos podrían pensar. No me siento ningún despechado.

–Para escribir canciones de amor, ¿hay que estar enamorado?

–Para que sea una canción plena, sí. Aunque en este disco hablo de muchas historias que no estoy viviendo en mi propia piel. Se puede hablar del amor sin estar enamorado en ese momento, pero tienes que haberlo vivido para saber realmente lo que es.

–Tras cantarle tanto, ¿el amor le conoce?

–(Piensa) En el fondo todos somos un poco imprevisibles. Cantarle mucho no me convierte en un experto en el amor, ni al amor en un experto en mí.

–¿Es usted un romántico?

–Sí, aunque hay muchas formas de serlo. Los estereotipos del romanticismo me aburren. Parece que por ser romántico vas a ir con una rosa en la boca a cantarle por el balcón a una chica. El romanticismo también puede pasar por ser divertido, detallista, atento...

–¿Qué estaría dispuesto a hacer por amor?

–Cualquier cosa. Pensaba que el amor que siento por mi mujer no podía superarse, hasta que he tenido a mis hijos. Daría mi vida por amor.

–¿Sus canciones enamoran?

–En una firma de discos se me acercó una pareja con un bebé recién nacido al que habían llamado Álex por mi culpa, me dijeron... (Risas) Me siento honrado de formar parte de momentos de la vida de mucha gente en los que mis canciones hayan podido ser la banda sonora.

–¿Se considera la banda sonora del amor?

–Si lo dijera yo sonaría pretencioso, pero de alguna manera...

–Antes se moría por suplicarla, por escucharla, por abrazarla, por divertirla... ¿Y ahora?

–Entre otras cosas por lo mismo. Sobre todo, por divertirla.

–Después de doce preguntas sobre el mismo tema, ¿el amor empalaga?

–Puede que sí. Lo vemos en las redes sociales, donde las parejas se dan sus muestras de amor con dedicatorias eternas.

–¿Alguna vez le han tachado de moñas?

–Sí, muchas, me lo tomo con humor. Puedo entender que mis canciones no son rock duro, son románticas, pero no me considero un moñas.

–¿Qué pide usted ahora?

–Siempre pido salud y quedarme como estoy para seguir disfrutando de mi familia, de mis amigos, de mi profesión...

–¿Se muere por conocer a alguien?

–Me gustaría conocer a mucha gente, pero tampoco me muero por ello (risas).

–De su primer disco vendió más de un millón y medio de copias. ¿Cómo se digiere tanto éxito?

–Con mucho gusto. La clave está en que no se te vaya la olla.

–¿Y cuál es el secreto para evitar un corte de digestión?

–Es muy importante la forma de ser de cada uno, la gente que tengas alrededor, el consejo de tus madres...

–¿Sin miedo a nada?

–Miedos tenemos todos. Pero hay que saber superarlos.

–¿Con quién le gustaría actuar de la mano?

–Con mi madre, que canta muy bien. Ha sido su sueño frustrado.

–¿Canta en la ducha?

–La verdad es que no lo hago. Me gusta más escribir canciones que cantar.