Avalancha musical en Madrid
Mad Cool, Mad Mat y Get-Mad no son un trabalenguas, sino tres de la docena de eventos de peso que habrá en la capital en dos meses, donde se ha pasado de la escasez a las apreturas de calendario en un solo año
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De desierto a vergel. Esa ha sido la transición de la escena musical madrileña en apenas un año. El público de la capital, abocado a emigrar en el pasado para encontrar a artistas de primer nivel, ahora se verá empujado a decidir. Y es que en el plazo de dos meses habrá al menos once festivales o ciclos musicales en la ciudad de medio y gran aforo. En el epicentro de este terremoto está el fin de semana del 16 al 18 de junio, cuando Mad Cool reúna a 40.000 personas en el primer experimento de estas características en la capital en muchos años. La lista incluye el regreso de Sound Isidro (5 de mayo), Tomavistas (20 de mayo) y Get Mad (desde el 27 de mayo), la irrupción de Utopia (4 de junio) y A Summer Story (24 de junio). También Mat-Mad (21 de junio), Blackisback (25 y 26 de junio), Las Noches del Botánico (27 de junio) y los ya conocidos Cultura Inquieta (desde el 30 de junio), MulaFest (23 al 26 de junio) y Universal Music Festival (5 de julio). Finalmente, el recién comenzado Festimad (hasta el 8 de mayo) y Los Veranos de la Villa, cuyas fechas y cartel no se han anunciado todavía, convertirán la ciudad en un hervidero. El público está de enhorabuena, y, sin embargo, entre los promotores hay quienes cuestionan algunas decisiones del equipo de Gobierno municipal en la programación de eventos culturales. Algunos incluso vislumbran la temida burbuja de festivales en la capital que, por si no era suficiente, recibe las giras de Muse (este jueves y viernes), Springsteen (21 de mayo) y Paul McCartney (2 de junio).
A pesar de todo, Madrid necesitaba de un evento que barriera los complejos de ser una gran ciudad sin un festival a la altura de su público. A esa demanda se dirige Mad Cool, un evento que pretende subir un poco la autoestima presentándose como una iniciativa de marca para la ciudad, que la sitúe en el mapa internacional y que sirva como reclamo turístico. Javier Arnáiz, director del festival, explica que en él «tendrán cabida no sólo la música, sino también el cine, el teatro, las artes escénicas y plásticas, la gastronomía, y otras formas de creación». Sin embargo, el reclamo que hizo vender 15.000 abonos en menos de 48 horas fue la marabunta musical de su oferta, liderada por Neil Young, The Prodigy, Jane’s Addiction, Two Door Cinema Club, Vetusta Morla y un larguísimo y ecléctico etcétera. Después llegaron The Who, una banda que cuenta sus actuaciones en España con los dedos de la mano.
La apuesta de Mad Cool es un rock de amplio espectro con una línea roja, según Arnáiz, la que marca el «mainstream» de «Rihanna o Shakira y esas cosas». Arnáiz, que ha trabajado en la promotora Last Tour, tiene experiencia en el sector. Cuenta con socios como Televisa o Live Nation, y espera expandir el proyecto al extranjero con su ayuda, como hacen con sus marcas el Sónar o el Primavera Sound desde Barcelona.El recinto elegido para la celebración de la primera edición del evento es la Caja Mágica, que contará con un aforo de 45.000 personas y un gran montaje que deje «irreconocible» el parking de la instalación. Tendrá hasta seis escenarios y aspira a consolidarse durante bastantes años en el panorama. Arnáiz reconoce que «hubo proyectos de un gran festival para Madrid antes, pero es que hay que creer en ello. Es algo de envergadura que es bueno para la ciudad. No es ninguna broma ser una capital que no tiene un festival de referencia. Es una cuestión de imagen y los políticos tienen que darse cuenta de las consecuencias beneficiosas», señala. A su juicio, «hay sitio para todos. Esta es una ciudad muy grande y es fantástico que el público pueda elegir».
- Cesión problemática
«Hasta hace poco, aquí se miraba con miedo a un promotor musical a raíz de lo ocurrido en el Madrid Arena. Pedir la cesión o el alquiler de un espacio municipal era problemático. No comprendían que ibas a hacer algo con sentido y con cabeza, con un plan de seguridad», cuenta José Gallardo, responsable de Tomavistas, un festival que regresa tras un año de ausencia provocado precisamente por no encontrar ubicación. El trauma en las instituciones madrileñas, por ejemplo, llevó al Dcode a buscar cobijo en la autonomía de gestión de sus espacios de la Universidad Complutense. Sin embargo, ahora hemos pasado al otro extremo: Matadero, Conde Duque, el Parque Tierno Galván, La Caja Mágica... recintos municipales que tendrán uso musical, y en los dos ultimos casos casi por primera vez. «Ahora parece que hay otra sensibilidad. Creemos que es buena dirección, pero es que más que un camino han abierto una autopista», añade Gallardo.
David Jiménez Zumalacárregui, al frente de Black is Back, un festival de soul y funky, lo califica de otra manera. «No existe nada que se parezca a un modelo de gestión cultural en el Ayuntamiento. No hay un plan, una estrategia elaborada con dos dedos de frente». El suyo es un evento de pequeño aforo, «sin el respaldo de multinacionales, donde los menores entran gratis y deficitario. Lo hacemos por cabezonería», matiza. Han logrado la cesión de Conde Duque, pero en Madrid Destino «no son tan receptivos si no vienes del brazo de una multinacional», se queja.
- Ubicación inédita
Mayo verá el renacimiento de Tomavistas, que se celebrará en una ubicación inédita para la música en los últimos años: el parque Tierno Galván, junto al Planetario, que cuenta con un auditorio exterior y que dará cabida a 4.000 personas para ver a lo mejorcito del «indie» español: Triángulo de Amor Bizarro, Novedades Carminha, Guadalupe Plata, Chucho o Grupo de Expertos, entre otros. Su co-director, José Gallardo, se muestra «inquieto» por la multiplicación de eventos. «A los pocos días de anunciar la fecha y el lugar, un buen día nos desayunamos el concierto de Springsteen ese mismo sábado en Madrid», explica. Y no han sido los únicos afectados por la saturación del calendario. Cuando Mat-Mad ya había empezado a vender entradas, irrumpió Mad Cool de la nada. Ambos obtenían el alquiler de un recinto municipal para el mismo fin de semana. Los primeros se han visto obligados a cambiar de fechas, entre el 21 y el 25 de junio, aunque con ello pierdan la referencia del Día Europeo de la Música, que fue su génesis. Resultaba poco prudente coincidir con el nuevo gigante. Sus promotores, Legal Music (que organizan el Sos 4.8 de Murcia) plantean un modelo «sostenible» de evento como el del festival murciano, con artistas «de un perfil diferente». Ambos festivales se presentan como eventos multidisciplinares que integran arte, cine, música y otras actividades. En suma, es conveniente ir ahorrando para los próximos meses durante los cuales, para el público madrileño no será fácil decidirse, pero bendita preocupación.
INVASIÓN ELECTRÓNICA
La electrónica tiene su capítulo aparte en la agenda de las próximas semanas. Una de las grandes citas es Utopia, un nuevo festival que concitará a algunos de los Dj’s más conocidos de la rama más comercial de la electrónica. David Guetta, Armin Van Buuren, Martin Solveig, Rudimental y Tale of Us estarán los días 4 y 5 de junio en la Universidad Complutense, donde se darán cita 20.000 personas con una particularidad: el festival será principalmente de día: de las doce de la mañana hasta la una de la madrugada. Su competencia es A Summer Story, que se celebra en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey (24 y 25 de junio): Dj Nano, Paul Kalkbrenner, Robin Schulz y Deadmau5 están entre los cabezas de cartel.
DE TOQUINHO A GRAHAM NASH
Los próximos meses en la capital prometen calidad y variedad musical. Por cuestiones de espacio en estas páginas es imposible plasmar la cartelera completa, pero entre las giras más sonadas que pasan por Madrid, están: Muse (el jueves), Bruce Springsteen (día 21 de mayo) y Paul McCartney (2 de junio). Además, el ciclo 1906 trae al Teatro Apolo a Graham Nash, una leyenda viva. Será el 9 de junio). En ciclos como las Noches del Botánico hay visitas de ilustres muy destacados: Robert Plant (ex vocalista de Led Zeppelin) visita la Villa con su nuevo grupo, The Sensational Space Shifters (14 de julio), y en ese cilo regresan Wilco (2 de julio) y la sensación electrónica de M-83 (10). Aunque, sin duda, otra noche imprescindible es la de Toquinho y María Creuza evocando la icónica grabación junto a Vinicius de Moraes en la Fusa (5 de julio). Tampoco hay que perderse en el Black is Back otras tres presencias de categoría: Charles Bradley, James Hunter Six y James Taylor Quartet. En Sound Isidro, Buzzcocks (13 de mayo) y Animal Collective (7 de junio) están entre lo más destacado.