David Otero: «El éxito es vivir sin estrés, y el fracaso, vivir estresado»
Ha lanzado un nuevo álbum con su mismo nombre en el que ya no se esconde bajo ningún alias. Su primer single es «Micromagia».
Ha lanzado un nuevo álbum con su mismo nombre en el que ya no se esconde bajo ningún alias. Su primer single es «Micromagia».
David Otero es un hombre y un nombre, el del título del álbum que lo desenmascara. Un vegetariano que se apodó tiempo atrás «El Pescao» y cuyo canto dejó hace tiempo de ser el de un loco. Una guitarra con voz propia de la que salen letras sentidas, vividas y divertidas. «Es un disco que no se enmarca en ningún género», asegura el compositor.
–Ha dejado de esconderse.
–«El Pescao» me lo puse después de salir de El canto del loco por miedo, para que recibiese los golpes y los palos. Pero ese temor ya ha desaparecido. Los sobrenombres, al final, son como tener un disfraz. Ha llegado el momento de dejar de esconderme, de dar la cara y de recibir lo que venga.
–¿Ya no le queda nada que ocultar?
–Sí, pero para eso están. Para ser ocultadas (risas).
–No se ha comido usted mucho la cabeza por el título.
–No, porque había un mensaje claro que dar: David Otero.
–Con lo que se la come para las letras...
–Las estructuras de las melodías y de las canciones me salen mucho más fluidas. Componer las letras es lo que más me cuesta. Me las trabajo meses y meses. Hago unas diez o doce versiones de cada una.
–¿Qué le inspira?
–El momento que vivo, hacer frente al reto de superarme a mí mismo, de hacerlo mejor que el disco pasado, de llegar un poco más alto... Ser yo.
–¿Y qué canción le gustaría ser?
–(Piensa) Pues si tuviera que elegir un tema de este disco sería «Aire», que habla de un amor imposible, que no somos capaces de comprender desde un punto de vista humano.
–¿Existen los amores definitivos?
–Creo que sí. De hecho, es una de las ilusiones de mi vida. Ver parejas que llevan toda la vida juntos y que han dado todo el uno por el otro es de lo más bonito que hay. Pero también existen los alternativos.
–¿El amor aparece por casualidad?
–Por causalidad, diría yo. Pero sí, en ocasiones nos encontramos por casualidad.
–¿Y desaparece de la misma manera?
–A veces. Puede aparecer otra persona que haga desaparecer el amor.
–¿Se busca?
–El que no lo busque estará vacío. Yo lo busco constantemente, y no sólo en la pareja. Buscarlo cada día, en cada cosa, es el secreto para ser feliz.
–¿Y cuando se encuentra?
–Hay que cuidarlo, comprenderlo y apostar, que es una de las cosas más difíciles del amor. Lo complicado es jugárselo todo por una persona.
–¿Enloquece?
–A mí no me ha enloquecido demasiado, pero es verdad que no me ha hecho mucho daño. No sé si en una situación de dolor enloquecería...
–¿Ha amado a alguien más que a sí mismo?
–Sí, los hago a diario, a mis hijos. Por ellos daría mi vida.
–¿Le gusta el «pescao»?
–No, soy vegetariano. No sería capaz de volver a meterme en la boca un trozo de pescado. Ni de carne, claro.
–¿Qué hace ahora que se le pasen las horas?
–Es difícil analizar cómo se pasan las horas y amarrar el tiempo, que se ha convertido en una especie de cubo de Rubik complicado de ordenar.
–¿Sabe pararlo?
–No, pero a veces me gustaría sacar 35 horas al día.
–¿Quiénes son los ladrones del tiempo?
–Los que te quitan años de tu vida, los que te dicen que son una cosa y luego resultan ser otra.
–Las canciones de este nuevo álbum, ¿sonríen?
–Sí. Algunas inspiran buen rollo. Otras te incitan a pensar. Otras, a soñar... Tiene mucho de mí.
–¿Y a usted qué le enciende?
–El sexo, el fútbol, el surf, reírme y pasármelo bien, tocar en directo...
–¿Qué es el éxito?
–Vivir sin estrés. Y el fracaso, vivir estresado.
–¿Cree en la magia?
–Desde luego. Sobre todo, en la de hacer soñar a los demás, ya sea en la de los magos que hacen trucos de cartas o en la de los cineastas. Todos tenemos algo de magos. Pero a veces nos cuesta entender que la fantasía es necesaria en nuestra vida.
–Quizá porque nada es real...
–Es que la realidad es de cada uno. Lo que tú puedas sentir como realidad otro lo sentirá como todo lo contrario.
–Si usted es David, ¿quién es Goliat?
–Las dificultades de la vida. Lo malo es lo saca lo mejor del héroe. David vence a Goliat con una piedra, con cualquier pequeño detalle. Yo todavía estoy buscando la piedra que lanzar.