David Otero: «El pescao era un escudo que me protegía del éxito y el fracaso»
El cantante y compositor anteriormente conocido como El Pescao ha hablado con LA RAZÓN sobre la nueva etapa artística que emprende con su verdadero nombre, David Otero. Reconoce que su single «Una vez más» es una canción que expresa un impulso sexual y que es un tema con el que pasárselo bien.
–¿Qué se queda atrás con El Pescao?
–Muchos miedos. Es la conclusión a la que tras estudiarme durante mucho tiempo he llegado. Esto es un trabajo muy psicoanalítico. Es difícil salir de ti mismo, analizarte y ver por qué tomas ciertas decisiones en tu vida, como llamarte El Pescao. Fue divertido. Hice una serie de entrevistas con mi familia más cercana. Les pregunté cosas sobre mi vida, mi infancia y sobre cómo era yo, y me di cuenta de que había patrones que repetía y ciertos miedos que tenía. Y encontré el motivo de todas esas inseguridades. Una vez resuelves desde el origen te das cuenta de que en tu medio, la música en mi caso, también se comenten errores y una de las soluciones es coger al toro por los cuernos y ponerte tu propio nombre, que es lo que quieres transmitir, aunque no te habías dado cuenta hasta ahora.
–¿Se siente liberado?
–Al final El Pescao era un escudo que me protegía del éxito y el fracaso. Actuaba de parachoques y eliminaba el impacto de muchas cosas que te tienen que llear. Ahora quiero ser yo al 100%, recibir golpes, dar puñetazos o hacer el amor como sea, pero siendo yo mismo.
–¿Y cómo se explica ese éxito sin ser usted?
–Hay cosas que van por encima de eso y son capaces de traspasar cualquier barrera. Somos súper permeables y capaces de transmitir mensajes hasta sin quererlo. Aunque nos pongamos en contra de nosotros mismos, hay algo que es más fuerte y se nos ve como somos. Pero ahora me doy cuenta que lo que me llena es ser yo.
–¿Qué se escuchará en su nuevo trabajo?
–A mí jugando una vez más. Como cuando componía para El canto del loco y El Pescao. Lo diferente de este tercer disco es la búsqueda de algo que fuese intermedio entre ambos. He hecho una coproducción con Tato Latorre, con él he encontrado una manera de fusionar nuestras ideas muy fructífera. Por ahí se va a ver el cambio, aunque tenga la misma esencia. 50% mío de producción y 50% que se une a Tato.
–¿Los nuevos proyectos le han ayudado a madurar como músico?
–Me siento súper inmaduro como artista y eso me encanta. La madurez personal no tiene nada que ver con esto. Como artistas nos tenemos que sumergir en el mundo casi de juego, si no compones desde ahí te pierdes un montón de cosas.
–¿Cómo ha jugado en «Una vez más»?
–Es de las más «tontas» que he sacado. Es una tontería muy divertida, pero que no dice más que «te quiero volver a ver, quiero estar contigo otra vez...». No quiero dar al mundo un mensaje de positividad ni hacer que las cosas cambien, simplemente quiero pasarlo bien. Cuando la enseño se nota que te lo pasas bien.
–¿Cómo es el proceso de creación de David Otero?
–Muy «random», puede surgir en cualquier lugar. Este disco se ha creado en San Sebastián de los Reyes, pero el anterior en Buenos Aires.
–¿Algún ritual?
–A veces me voy con la guitarra a algún lado que me guste y que fluya. Antiguamente componía en el coche, de noche, cuando ya no circulaba nadie, tumbaba los asientos y sacaba la guitarra y el cuaderno. Alguna vez vino la Policía y parecía una situación un poco friki. Y también me gusta quedar con amigos compositores como Diego Cantero, de Funambulista, o Jorge, de Maldita Nerea.
–Cuando mira atrás, ¿qué le viene a la mente?
–Todo lo que te puedas imaginar está ahí. De lo malo a lo bueno. Cuando detrás tienes un proyecto ta gordo como El canto del loco, no hay lugar recóndito de tu emoción que no hayas explorado. Lo único que puedo hacer es estar agradecido. No veo que se me haya pasado el momento, al contrario, creo que estoy en el mejor.
–¿Con qué se queda de su trabajo?
–La cantidad de momentos interesantes y divertidos, que no son siempre los más top, también los hay en una entrevista y cuando se te acerca alguien por la calle. Es un trabajo muy emocional. Si mantienes el control y eres una persona estable, encuentras muchas cosas positivas en todo esto.
–De no haber sido músico sería...
–Ni idea. Igual youtuber o creativo de una agencia de publicidad. Algo que tuviera que ver con humor, el amor y con la forma de comunicar a los demás, que es lo que siempre me ha movido. La música era la mejor forma que tenía de hacerlo. De hecho, cuando era un chaval tenía una dislexia tremenda y el lenguaje musical me parecía más sencillo.
–¿Le hubiera frustrado no vivir de la música?
–Yo creo que mi nivel de felicidad hubiera sido independiente a mi trabajo. Por ejemplo surfeando soy feliz al máximo. Probablemente, si no me hubiera pasado todo esto, no tendría la perspectiva para poder comparar.