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Exquirla, esto no es el «omega»

El grupo de rock Toundra se alía con Niño de Elche, una de las voces más interesantes de la escena flamenca. Rock pesado, místico y político que toma los textos de Enrique Falcón y que huye de la comparación fácil con el disco de Morente
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El grupo de rock Toundra se alía con Niño de Elche, una de las voces más interesantes de la escena flamenca. Rock pesado, místico y político que toma los textos de Enrique Falcón y que huye de la comparación fácil con el disco de Morente
Las palabras son importantes. Hay que ser preciso y contundente. De otra manera, Toundra, que se las apañan a las mil maravillas sin ellas no habrían decidido fundirse con un cantante que las pronuncie en una nueva aleación metálica musical. Las palabras hay que cuidarlas y en los periódicos salen malheridas. Pedimos perdón, pero aleación metálica, como decíamos, es una buena forma de definir a Exquirla, un proyecto musical, un grupo nuevo y no sólo una banda más un cantaor, que integran los madrileños, exponente del rock instrumental, y Niño de Elche, digamos, cantante flamenco en permanente transición hacia otra cosa. Porque a ver quién es el guapo que le cuelga una palabra a Niño de Elche. «Estuvimos cerca de llamarnos Metralla, pero queríamos un término con prefijo ex, porque Paco se siente así sobre muchas circunstancias», dice Esteban Girón, guitarrista de Exquirla. El disco, «Para los que aún viven», lo publica hoy el sello Century Media y el grupo lo presentan dos noches seguidas en Madrid, en el ciclo Frontera Círculo Ambar (Círculo de Bellas Artes).
Las palabras del álbum se las han tomado prestadas a Enrique Falcón y «La marcha de los 150.000.000», un texto que Paco Contreras tiene de cabecera. «El mensaje tenía que ser político y con una sensibilidad periférica», explica Girón, que cortejó al cantaor después de constatar las afinidades de su bagaje vital. «Es un texto poético, compuesto como en forma de salmos, muy difícil de adaptar, así que en realidad casi lo he destrozado –ironiza Contreras–. Me interesa por su contenido y porque ocupa el extremo. Su obra habla por sí sola, porque está escrita aunando muchas sensibilidades y eso la hace impopular en sentido mediático. Eso le ha colocado a Falcón en un no-lugar, y es ahí donde yo encuentro a mis iguales», dice el cantaor, que ocupa también un no-lugar estilístico, aunque con la etiqueta de flamenco. «Es la que peor me sienta, porque es demasiado límite, como la clásica o el jazz».
Sensibilidad periférica
El contenido de su obra convirtió a Falcón en un personaje esquinado. «Sí, porque está influido por la teología de la liberación y al mismo tiempo por el marxismo –explica el cantaor–. Tiene una forma de pensar diferente, pero a eso le añades la espiritualidad y que es alguien que reza... imagínate, la política no le entiende, como a Ernesto Cardenal». Falcón escribe en un momento optimista del mundo textos arraigados en áreas de conflicto periféricas, como América Latina o Asia y, sin embargo, resultan tan premonitorios de la situación actual como «Europa muda», que Exquirla han convertido en canción. «Les llamaban visionarios, pero estaban informados –argumenta–. Y yo creo que la espiritualidad es hoy en día el mensaje más político», señala Niño de Elche.
«Queríamos un contenido y tenía que ser político, que conectase con la periferia de la que procedemos –dice Girón–. Pero no somos antisistema ni radicales. Antisistema es quien se carga el sistema sanitario o el educativo. Nosotros teníamos el anhelo de un contenido y la voz y los textos que eligió Paco nos han provocado escalofríos». En el terreno musical, está la irremediable referencia del «Omega», ante la que se rebelan. «Es comprensible, que cuando se dice rock más flamenco ya se vaya la mente allí, pero esto es otra cosa. Ese disco puede ser un referente de manera individual para algunos miembros del grupo, hay varias sensibilidades. Para otros no, y para Paco sí lo es Morente, pero no ese álbum. Yo lo he escuchado muchas veces, pero no ha sido un referente porque hemos huido de él. Que no se entienda como falta de respeto, pero ese disco ya está hecho y no íbamos a hacer nosotros el “Alfa”, sino otro discurso», dice el guitarrista. «La comparación nos la temíamos porque hay mucha vaguedad de análisis, por desgracia. Es un disco que tiene su importancia, pero habla muy mal de la crítica que lo pueda comparar e incluso del público. Cualquier cosa que hago la comparan con el “Omega”. Si hago libre improvisación, si hago danza contemporánea. Hay una broma que hemos hecho, que es reseñar las melodías a qué disco se podríamos haber copiado o nos recordaba. Salía hasta Bon Jovi...», dice Contreras. «Bueno, más bien Tool o Pink Floyd», tercia Girón. «En lo único que se parece a aquel disco de Lagartija y Morente es que, haciéndolo, me he quedado calvo como Antonio Arias», bromea el guitarrista.

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