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Fito: huir no es salir corriendo

Al frente de sus Fitipaldis, publica «Huyendo conmigo de mí»: «Cada disco es como una media maratón», asegura
larazon

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Después de cinco años de indisciplina, vuelve Fito Cabrales a grabar un álbum con los Fitipaldis. «Huyendo conmigo de mí» es, como él lo describe, «un disco sencillo de escuchar» pero nunca un título ha tenido más lecturas en la vida del músico bilbaíno, que ha cambiado la noche por las medias maratones. «Como todos los que hemos sido drogadictos –dice muerto de risa–, nos enganchamos a cualquier cosa. Empecé porque me venía bien, por salud. Pero estoy enganchado porque desde el primer día notas que tu cabeza funciona mejor», comenta el músico de 48 años y muchos miles de kilómetros de vida rockera. «Corro porque me siento bien y porque me aleja de toda la maldad, y también porque como tengo una cuadrilla para esto, me da un orden que no tengo. Pero si quieres que te diga la verdad, corro porque tengo una edad. Esto, con 20 años ni se me ocurría», señala el menudísimo músico que fundó Platero y Tú hace 25 años. En ese tiempo, Cabrales ha transitado el lado salvaje de la vida en el sentido más literal, pero ahora ha cambiado el lema por «sexo, atletismo y rock and roll». Su nuevo álbum, de diez temas de estilos variados, fiel a su gusto, y que viene acompañado de una gira por todo el país.
Huir de las musas
«(Ríe) Pues es que no te queda más remedio. Lo que te sienta mal te sigue sentando mal pero tu eres tonto y piensas que no. Y consumes algo y luego estás medio muerto y con unas depresiones de la hostia. Es que tienes una edad que ya nada te coloca en ese sitio tan chulo adonde llegabas antes, pero te resistes a pensarlo. Dices: ‘‘No, me habrá sentado mal porque estaba cansado, mañana otra vez’’. Y vuelves a caer y te das cuenta de que estás mejor normal, sin tomar nada. Pero tardas un montón en creértelo», asegura el cantante sobre la primera de sus huidas de sí mismo. «Claro que huyo de mí, y corriendo si hace falta...», asegura.
En estos cinco años también ha extraído otras conclusiones sobre su actitud ante su oficio. «Creo que, en mi caso, es mentira eso de que las musas no vienen. Eres tú el que sale por patas. En mi caso no es que no venga la inspiración, es que no estoy preparado para hacer canciones ni discos. No le enseño nada de lo que escribo a nadie, voy acumulando material. Pero cuando decides grabarlo, se lo dices a algunas personas y sabes que, desde ese momento, ya implica un desastre en tu vida. No es cuestión de musas, es que no quieres el follón, todo lo que implica: dos años de tu vida alterados. Inconscientemente lo he estado rechazando». Es decir, la segunda huida. «Exacto. Es de lo que trata el disco. Pero no sólo yo: todos lo hacemos, ¿eh? Tratamos de corregirnos y sabemos cómo queremos ser, pero cambiarlo es el problema. Se puede hacer, y en eso estamos, pero es lo más difícil». Las canciones de este disco le han funcionado para conocerse. «Ya no hago discos para venderlos. Pienso que, si no me sirven de algo, es un fracaso total. Por esa razón no espero nada de este álbum, ya me lo ha dado. Bueno, estaría bien vender un millón de copias o que me salga pelo, pero la suerte está echada en ese sentido». Es como el atletismo. «Decir que has sido capaz de hacer otro disco es la misma sensación que tuve el otro día, que fui capaz de hacer mi primera media maratón, algo que nunca había conseguido. Me dio igual, joder, ¡hice un tiempo de tres semanas! (ríe). Eso es lo importante, terminar la carrera, porque hay mucha gente implicada»-

«Lo más grande en la vida»

De lo que no tiene intenciones de huir (ni de regresar, tampoco) es de Platero y Tú, la banda que empezó tocando en bares y «gaztetxes» y terminó llenando pabellones por toda España. «Yo me siento fantásticamente con lo que hicimos. Pero cuando nos separamos nunca tuve la sensación de que nos iban a echar de menos. Me parece increíble que los jóvenes sigan escuchándonos. Creo que eso los ha hecho grandes, un poco leyenda», dice Fito. «Fue lo más grande que me ha pasado en la vida, aunque ahora en la lejanía para algunos parezca algo más, porque entonces no lo vivimos como algo importante nada más que para nosotros. Hoy, miro atrás y creo que que todo se lo debo a Platero y Tú».