Reventa: Sabina estalla contra las webs «parásitas»
Una de las promotoras de la gira del músico denunciará a una web de reventa por poner a la venta (y cobrar) tickets de un concierto que aún no está a la venta.
Creada:
Última actualización:
Una de las promotoras de la gira del músico denunciará a una web de reventa por poner a la venta (y cobrar) tickets de un concierto que aún no está a la venta.
«Son parásitos. No aportan nada al mundo de la música y es vergonzoso que se permita esta especulación. Provocan dramas en la puerta de muchos conciertos de personas que tratan de acceder con entradas falsas. Engañan para lucrarse. Es una estafa», dice Tito Ramoneda, presidente de la empresa promotora de conciertos The Project sobre la situación que ayer denunció su compañía (junto a otras como Get In y Riff) ante la reventa masiva de entradas de la gira de Joaquín Sabina. «Él está indignado, porque claro, algunos aficionados no distinguen entre los culpables de esta situación y se lo echan en cara por las redes sociales. Pero él no tienen nada que ver con esto», añade el promotor, que denuncia la especial gravedad del caso del concierto de La Coruña, cuyas entradas no han salido a la venta todavía, pero ya pueden adquirirse en lo que llaman el «mercado secundario». Es decir, la reventa de toda la vida.
Regulación
«No reconocemos como válidos los precios que se cobran en la reventa y queremos dejar constancia de que la diferencia con los precios oficiales supone un lucro ajeno a Joaquín Sabina y a sus promotores», expresaron ayer las promotoras de su gira en un comunicado. «Advertimos que las webs de reventa no tienen ningún modo de garantizar que las entradas que revenden sean auténticas, válidas y que no hayan sido duplicadas y, por tanto, nadie que haya comprado una entrada en la reventa puede estar seguro de que entrará al concierto», añadían.
Los problemas aparecen porque en España, el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas prohíbe la venta y reventa callejera de entradas. Sin embargo, ambas están permitidas si se realizan en un local con licencia administrativa correspondiente. Es decir, no es la actividad de la reventa lo que está prohibido, sino que se realice de manera callejera, algo que habrá podido comprobar cualquiera en la puerta del Bernabéu. Así, han aparecido multitud de webs como Seatwave, Viagogo, Tengoentradas y StubHub que las distribuyen por la red con total normalidad. «Son compañías que pagan a Google fortunas para aparecer posicionadas en los primeros puestos cuando alguien introduce las palabras clave. Incluso aparecen por delante de los canales oficiales e imitan los diseños de sus páginas, pero lo que hacen es engañar al usuario», apunta Ramoneda.
Sin embargo, no todas las entradas son falsas porque estas páginas, por un lado, permiten la distribución entre particulares que no pueden asistir a un concierto. «Es cierto que no todas son un timo –repone Ramoneda–, pero tampoco existe manera de comprobar que una entrada haya sido vendida dos veces, por ejemplo, porque las páginas que las distribuyen no tienen acceso a los códigos de barras», explica. También hay espabilados que compran cuatro entradas, venden dos, y acuden al concierto «gratis». Hasta aquí, su funcionamiento puede resultar discutible pero no es perverso. «No, el problema llega cuando estas empresas empiezan a especular a futuro. Cuando se anuncian las fechas de un concierto, y antes de que se pongan a la venta los tickets oficiales, estos sitios ya van comprobando la demanda que existe para determinado evento. Entonces, el día que salen a la venta, encargan a una tercera compañía que llamamos ‘‘pro-seller’’, y que tiene un sistema informático mucho más potente que el de un usuario corriente, que adquiera, pongamos, 200 entradas». La promotora The Project ha detectado estas prácticas, por ejemplo, comprobando los números de tarjeta de crédito de quienes son los primeros compradores sistemáticamente. «Un usuario doméstico está compitiendo enla cola virtual con robot dopado. Y nosotros no tenemos maneras de detectarlo», añade.
Sin embargo, en este caso hay un matiz legal en el que la promotora basa la demanda por estafa que han anunciado que van a presentar. «En el momento en que están vendiendo y cobrando la entrada para un concierto que no existe y nosotros podemos demostrar que la hemos adquirido, están incurriendo en una estafa. Porque en Viagogo se están vendiendo ya tickets para el concierto de La Coruña, que se celebrará el próximo 22 de julio, y todavía no existen dichas entradas porque se ha aplazado su comercialización. Eso se llama estafa», apunta el responsable de The Project.
Sabina ha agotado ya dos WiZink Center completos (el antiguo Palacio de los Deportes) y el tercero está vendido al 97 por ciento. «Y en Viagogo puedes encontrar entradas de todos los tipos para todos los días, pero claro, tres o cuatro veces más caras que las originales. Y el comprador nunca sabrá lo que está adquiriendo», insiste. Se da la circunstancia de que la empresa encargada del canal oficial, Ticketmaster (propiedad de Live Nation, una gran promotora de conciertos) también posee una web de venta de «mercado secundario», seatwave.es, donde han aparecido entradas oficiales pocos segundos después de salir a la venta. «A nosotros nos ha pasado, lo hemos sufrido. Esta es una situación incomprensible. Nos parece increíble que una compañía de tickets oficial tenga a la vez uno de reventa, pero en este caso no podemos hacer nada», explica.
«Somos transparentes»
Desde la compañía Stubhub.es, que se dedica a la reventa de entradas, precisaron a este diario que no han recibido nunca una demanda por su actividad, que, aclaran, es «transparente» y se limita a servir de intermediaria entre particulares que no pueden asistir a un concierto. «Hemos comprobado que el 30 por ciento de las personas que compran una entrada no pueden asistir al concierto finalmente, y que el 80 por ciento de ellos pierde el dinero invertido», indicó un portavoz. Sobre los precios multiplicados varias veces, señaló que su sitio web no interviene en las cantidades, que fijan libremente los usuarios. «De la misma manera que hay entradas que se venden a un precio superior, también las hay que se cambian por menos dinero. Nosotros ofrecemos, a cambio de una comisión al comprador y al vendedor, una serie de servicios como son la gestión del pago, la logística del envío de las entradas y la gestión de devolución en caso de cancelación», aseguran. La compañía, una filial de eBay, asegura que «sólo abrimos los eventos en nuestra página una vez que las entradas se han puesto oficialmente en la calle» y ofrecen un sistema que «garantiza que los usuarios accedan al evento» controlando la identidad de los compradores.
«Nosotros lo que queremos es que se conciencie a los aficionados a la música y a los grandes espectáculos que no compren en canales de los que no están al cien po cien seguros. Que acudan a canales oficiales y que nunca intenten comprar entradas que se ofrezcan días antes de su puesta a la venta. Es importante que no nos dejempos engañar por Google y por el posicionamiento que esta compañía favorece en sus búsquedas, porque ese buscador no es la Biblia, hay que cuestionarlo», zanja Ramoneda. En el último año y medio, las quejas de los usuarios se han ido multiplicando ante cualquier evento, generalmente musical, que produce una fuerte demanda. Asociaciones de consumidores han denunciado también la falta de transparencia sobre la procedencia de las entradas de este «mercado secundario».