Conciertos

La Orquesta Nacional, redonda

Temporada de la OCNE. Obras de Vorisek, Vieuxtemps, Tchaikovsky y Lehar. Hilary Hahn (violín); Veronique Gens (soprano); Christopher Maltman (barítono); Vanessa Goikotxea (soprano); Gustavo Peña (tenor). ONE. Dir.: Jiri Belohlavek y Josep Pons. Auditorio Nacional, Madrid, 13-VI-2013.

La Orquesta Nacional, redonda
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La Orquesta Nacional ha concluido en punta su campaña 2012/13, y no sólo por el nombramiento de David Afkham como nuevo responsable musical, sino también por la calidad de las dos últimas sesiones sinfónicas. Jiri Belohlavek (Praga, 1946) es hoy uno de los grandes maestros internacionales. Titular desde 2005 hasta 2012 de la Sinfónica de la BBC, acaba de asumir la titularidad de la Filarmónica checa, que le ha recibido con todos los honores. En los últimos años nos ha visitado asiduamente, con una maravillosa «Katia Kabanova» (2008) en el Teatro Real, y, más recientemente, con la Nacional. Su programa, extenso y con dos estrenos para la orquesta, se cerró con una impactante traducción de la «Sinfonía Patética» de Tchaikovsky. Previamente dirigió la «Sinfonía en Re mayor» de su compatriota Jan Vaclav Vorisek, contemporáneo de Beethoven, y acompañó a la extraordinaria violinista Hilary Hahn (Lexington, 1979) en el cuarto de los «Conciertos para violín» del belga Henri Veuxtemps, obra cuyo mayor interés reside en la peculiar distribución de movimientos y que, gracias a la admirable traducción de la solista, aparentó mayor enjundia.

Parece ser una especialidad de Josep Pons montar «La viuda alegre» de Lehar con cantantes no germanos: ya lo hizo en su día con la Orquesta Ciudad de Granada y lo ha repetido, con diferente reparto, en esta amplia selección de la genial opereta, una obra que, ejemplo nada depauperado, cautivaba a Mahler. Bien, tirando a excelente, la francesa Veronique Gens, aunque su voz es un poco pequeña y parca en los graves, pero su estilo «vienés» fue inatacable, y al llegar a su gran momento, la «Canción de Vilja», cantó con exquisito gusto. Muy bien el «Danilo» de Christopher Maltman, dominando el personaje con humor e inteligencia. Y excelente el dúo «Valencienne/Camille» formado por Vanessa Goikotxea y Gustavo Peña, con notable química y aplomo escénico. La Nacional y su Coro dieron la impresión de haber interpretado toda la vida la obra, y Pons gobernó la escueta velada con soltura, flexibilidad en el fraseo y puntual rítmica, algo capital en esta «Tanz-Operette», como apuntaba Steffano Russomano en sus magníficas notas al programa.