Marwan: «Quiero escribir los sueños de la gente y llegar al corazón»
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El cantautor, muy conocido en los círculos musicales de la Madrid, se estrena frente al público del Circo Price acompañado de sus amigos
Delante de Marwan no se está contento ni triste, sino atento. Para este madrileño de 34 años las cosas han ido despacio hasta llegar aquí, al mítico «Libertad 8», y a su actuación el viernes en los Veranos de la Villa. «Es un concierto especial porque es el fin de gira, tenía ganas desde hace años de hacer un "Marwan y amigos", se lo he robado a Rafa Pons. Él hizo uno, y me pareció una idea increíble, con amigos, compañeros de canción de autor. Tengo el sitio ideal, que es el Circo Price, tengo el momento ideal que es el concierto fin de gira, y tengo los amigos ideales, que son los que vienen», cuenta orgulloso.
Los pasos necesarios para avanzar en este mundo a veces son de soledad. «El grueso de la gira lo he hecho solo, lo que pasa que en sitios como estos, Libertad 8, El Buho real, llevo 12 años compartiendo noches de bohemia -que dicen algunos-, de canciones. Nunca he tenido ayuda promocional hasta ahora, es mi primera promoción», explica. Hasta aquí «no tenido mucha cabida en los medios. ¿Qué hemos hecho entonces? Nos hemos asociado, como además somos amigos». En ese ambiente para sobrevivir se tienen los unos a los otros y si «metía yo al principio 50 personas y el otro, otros tantos, acabábamos tocando para 100; a mí me conocía su gente y a él la mía». Sin embargo, lo esencial a la canción de autor, la cercanía nunca debe perderse, y para Marwan «es el reto. Ismael Serrano en una entrevista de hace años decía "yo aspiro a lograr el ambiente de un café en un teatro de 3.500 personas". Y yo también y no sólo es que aspire a eso, es que lo voy a hacer porque ya lo he hecho. Un año toqué en las fiestas de mi barrio, Aluche, ¡toqué ante 2.000 o 3.000 personas! Empecé calladito, tocando mis canciones y cuando la gente ya estaba metida en el concierto empecé a crear ese ambiente que puedo crear aquí en Libertad 8. Y creo que es posible, lo único que hay que saber la forma de hacerlo. Pero yo aspiro a eso: a que la gente sienta que le estoy cantando al oído a pesar de estar en el Circo Price, a 40 metros. Yo creo que lo voy a conseguir, va a ser así el concierto», asegura.
Marwan puede estar orgulloso de sus premios. En su haber el Guille 2011 al mejor cantautor y el honor de haber sido declarado Músico por la Paz. «El Guille es una figurita de escayola y el premio de Músico por la paz del parlamento europeo, un diploma. En el fondo a mí me gustan los dos, el primero porque lo he hecho solo. Empecé en Aluche haciendo canciones, tocándoselas a mis amigos y sin discográfica ni nada. Conseguí llenar salas y conseguí tener, como decirlo, cierta reputación como autor. La admiración de ciertas personas para que me nombren mejor cantautor de 2011. Me había ido muy bien ese año, había llenado muchas salas incluyendo la Joy Eslava. Me siento orgulloso porque a uno siempre le gusta que reconozcan su trabajo». En el caso del parlamento europeo es más especial: «no es que valoren tu trayectoria o lo guay que eres. Me lo dio una asociación muy importante de Sevilla que hizo un proyecto con la Unesco con 40.000 jóvenes y utilizaron canciones mías como "Meninos da Rua","Palabra por palabra", o "Canción a mi padre", que habla de Palestina, para hacer educación en valores. Premiar que participase en conciertos solidarios con ellos. Uno se siente bien cuando le agradecen que se haya mojado».
Está teniendo éxito con su libro de poemas «La triste historia de tu cuerpo sobre el mío», y aprecia la dualidad con la música. «Me gusta hacer canciones y comunicarme y me gusta hacer poemas y me comunico de una manera diferente. A veces hablan de cosas parecidas pero utilizo lenguajes y puntos de vista diferentes. Todo lo que sea crear me alimenta», adelanta.
Cuando habla de la situación de la cultura sabe que el trabajo requiere adaptarse: «Yo llevo tanto tiempo partiéndome la cara por los garitos y creciendo poquito a poco... Me he dedicado toda mi vida a depender de mí y del público, pero lo hemos manejados nosotros, hemos informado a la gente, los hemos tenido cerca. La crisis no la noto tanto, aparte de la subida del IVA». Para él «los conciertos siguen siendo muy asequibles, eso hace que la gente no te diga: "pues no voy a un concierto porque 10 euros..."El del Price son 20, pero porque es un sitio brutal, como el elenco;nunca había cobrado 20 euros por un concierto. Nosotros ya estábamos en crisis al principio, no hemos tenido ayuda, y hemos aprendido a cocinárnoslo nosotros», matiza.
Para el que no conozca a la persona detrás del músico: «A partir de 1998 los primero 5 años estuve en INEF, luego cinco años trabajando, y ahora 6 en la música, aunque alternaba el trabajo con la música. Empecé a componer en ese año, y me han pasado muchas cosas como en el aprendizaje de cualquiera. Han pasado 15 años. Imagínate todo lo que dan de si: me enamorado, me he desenamorado, he querido, he odiado, me he reído mucho, disfrutado, viajado, y he hecho muchas canciones». No es tan negativo como puedan hacer pensar sus canciones, y es consciente de que «aunque la gente piense que no me han pasado cosas buenas, porque las canciones son un bajón, eso es que cada desamor a uno le sale rentable. Yo tuve un desamor bueno, bueno, bueno», bromea. Aún con todo no se siente insensibilizado. «Soy capaz de colocar las cosas en su sitio y mirar en perspectiva. Evidentemente hay cosas que me siguen afectando mucho pero en general creo que emocionalmente he avanzado mucho, y menos mal porque yo sufría, sufría mucho», confiesa.
Sabe que su fuente de inspiración no se agotará nunca aun teniendo pareja. «Cuántas canciones tendré en las que diga el amor es tal o el amor es cual. Pero son formas de hablar de una cosa que todos sabemos cómo es pero nadie sabe explicar muy bien, por eso creo que acudimos a tantos sinónimos y espero que no se me agoten nunca. Me encuentro muy bien, me encuentro acompañado, tengo pareja y estoy muy bien. También estaba muy bien solo antes de estar con ella...», aclara Marwan. El estado permanente de alerta sentimental parece que sólo nos avisa si es el desamor el que llama, pero según el experto «siempre hay motivos por los que componer. Pensamos que sólo se puede componer cuando se está mal porque es el momento en que uno se hace preguntas,y busca respuestas en las canciones. Cuando está bien no necesita hacerse esas preguntas al haber menos agitación». Toda su vida se halla volcada en la red, en su página web «he tratado siempre que la gente tenga acceso a nuestras cosas. Que sea una página que no sea difícil y puedan encontrar todo. Que se puedan registrar y recibir información de conciertos». También es fanático de Twitter que «me parece muy divertido: leo a gente, sigo a algunos a los que admiro como poetas, otros como músicos, y otros cuantos con los que me río mogollón».
Este hombre que no tiene miedo a confesar que «sí, yo soy una persona muy feliz y creo que bastante equilibrada», y que en su disco nuevo «Las cosas que no pude responder», «suena más a banda, está más producido, pero no creo que me haya desnaturalizado», confiesa que su deseo es «escribir los sueños de la gente y llegarle dentro. Emocionar a la gente, tanto como me yo cuando escucho una canción hermosa, mía o de quien sea.Yo creo que eso es lo máximo: llegar al corazón», termina Marwan. Pasen y vean.
Marwan en el Circo Price el viernes 12 de julio a las 21:30 con Jorge Drexler, Ismael Serrano, Pedro Guerra, Rozalén, Luis Ramiro y Rafa Pons.