Miguel Bosé: «Antes era ''prét a porter''; ahora, alta costura»

Vive una época de juventud y de éxito musical con personalidad múltiple. "Papito"fue primero, luego llegó "Papitwo"y a buen seguro que habrá tercera parte de duetos a su debido tiempo. Por el éxito comercial de su carrera, entre otras cosas, Miguel Bosé acaba de recibir el premio Persona del Año de la Academia Latina de la Música (Grammy Latino), una distinción que ya han obtenido Caetano veloso o Carlos Santana, entre otros. Las siguientes ciudades de su gira son Madrid (5 de septiembre), Barcelona (12) y Murcia (26).

-Cuando a uno le dan un premio así a toda una carrera, ¿hace balance, mira atrás?

-Especialmente, no. Este premio creo que es el sumo reconocimiento que se le puede dar a una carrera que tenga algo que ver con la música, porque lo da la Academia y en ello se sopesan muchas cosas diferentes. De una parte, lo primero que valora es la parte musical, tus aportaciones a la música a través de un estilo y una forma de entenderla, y una carrera larga, consistente y poroductiva para la industria. Y luego, el ciudadano que hay al lado, que trabaja en causas sociales, humanitarias, filantrópicas, que refuerzan un todo. Las dos cosas se unen. Pero si tuviese que mirar hacia atrás e intentar recordar, no puedo valorarlo todo en mi carrera, ni siquiera me acuerdo. Pero la mía es una carrera larga en la que soy consicente de haberme dedicado ella a fondo.

-Ha evolucionado mucho.

-Cuando uno tiene 17 o 18 años como cuando yo empecé no tiene la misma percepción de las cosas que cuando tienes 30 o 40. Tu música es de una manera por las cosas que te van pasando y tu percepción de ellas y eso afecta a cada acorde cada melodía y cada texto. Eso es así, vas creciendo con la música. Le pasa a todo creativo, al que escribe y al que pinta.

-La madurez ¿le sienta bien al arte?

-Si está bien entendida, sí. Como todo, si no se ha entendido bien, lo dudo.

-Dice en el fallo del premio que usted ha "construido marca". Imagino que lo dicen como un halago...

-Eso, si se dice en esta profesión, es que tienes estilo propio, que es reconocible, de alguna manera único y que se encuentra bajo tu nombre y tu apellido. Es como pasa en la moda, que si hablamos de marca es a lo que estamos acostumbrados. Un Alexander McQueen es él, y nadie como él lo hace. Es así, para hacer marca hay que hacer estilo.

-¿Y su marca sería más alta costura o "prét a porter"?

-(Risas) Yo creo que empecé siendo "pret a porter"y ahora soy más alta costura.

-Y en cuanto a reconocimiento, ¿se siente reconocido en España tanto como fuera?

-En españa siento que he llevado a cabo una carrera extraordinaria y nunca mejor dicho. Muy diferente a lo que he hecho en América. España no se ocupa demasiado en contar lo que a nadie nos pasa fuera. En ese sentido, ahora que se habla tanto de patria patria patria, no hay demasiado sentido patriótico. No lo hay, pero no pasa nada, es el carácter del país y cuando estás en él desarrollando una carrera, la gente siempre responde de forma puntual, excepcional y renovada. Y ya está. Es el único país del mundo Iberoamericano en el cual cuando traes algo nuevo hay que volver a empezar y da la sensación de que lo que hiciste hasta ayer no cuenta, se ha archivado. En el resto de países cuando vuelves, parece que fue ayer.

-¿Hay más memoria en América?

-Son países con más fidelidad al artista y más constantes, aunque es más difícil entrar. En España con publicidad, el éxito está garantizado, pero aquí, en América, es todo lo contrario: cuesta un huevo entrar. Hay una enorme variedad de artistas y no es fácil hacerse hueco, pero si entras, trabajarás siempre. Se te acogerá.

-¿Cree que antes se hablaba de la "música latina"con condescendencia, pero que desde que hay crisis en España nos interesa como mercado?

-No creo que a lo latino se le haya mirado como dices por encima del hombro, pero puede quesea porque y paso aquí tres cuartas partes del año. Lo latino ha sido fuente de inspiración y de reconocimiento, y ocurre una cosa: un español no podrá entenderse a sí mismo si no conoce la otra parte de su cultura, que es infinitamente más grande, ocupa un contienente, y que tiene más que darle a un español de vuelta de lo que jamás los españoles les dimos de ida. Lo latino está siempre de moda y se renueva constantemente, creo yo, es mi percepción.

LOS 100.000 DE MÉXICO

Lo admita Bosé o no, el mercado latinoamericano es la salvación para muchos artistas españoles, ahora que los ayuntamientos han cerrado radicalmente el grifo de las fiestas patronales. Bien lo sabe el propio Bosé, que en México ha dado 11 de los 22 conciertos que tiene su gira americana en la capital azteca. En las celebraciones del día de la Madre, 100.000 mexicanos llenaron la conocida plaza del Zócalo para escuchar su concierto.