Niña Pastori: «El norte echa de menos más flamenco»
Un sarao se cuece en Pamplona y la niña de Pastora no se lo va a perder. María Rosa García, la «Niña Pastori», que heredó apodo y voz de su madre, actúa en Navarra para rendir homenaje a uno de los virtuosos de la guitarra: el maestro Sabicas –Agustín Castellón Campos (1912-1990)– en la tierra donde el artista empezó a hacer ruidos con las cuerdas. La cantaora actuará el próximo viernes en el festival «Flamenco On Fire», que empieza hoy, para rescatar la «pureza» de estilo con la que empezó su carrera en los escenarios, reclamada por el mismo Camarón. «Niña Pastori» es parte de un cartel de lujo que abre con la bailaora Sara Baras y sigue con Tomatito, José Mercé y Estrella Morente, entre otros. Una cita «especial», según cuenta a LA RAZÓN la cantaora, por la que interrumpe su descanso en Cádiz.
–Con este festival el flamenco quiere conquistar el norte, ¿qué expectativas tiene?
–Esta iniciativa le va a dar mucha vida al flamenco en esa zona de España. Tengo muchas ganas de esta actuación y en general creo que a todos nos apetece porque no solemos ir por allí.
–¿Por qué motivo?
–Pues no lo sé porque sí que hay gran afición al cante y al baile. Yo sí que he estado alguna vez y he percibido a un público muy agradecido, precisamente porque vamos poco. El norte echa de menos que haya más flamenco.
–¿Qué le lleva a este público?
–Mi espectáculo, «Lo que quiere el alma», hace un repaso de mis 19 años de carrera artística. Llevo una formación más flamenca y depurada, que recuerda a mis raíces. Estoy encantada. Me siento mucho más libre.
–Será difícil dejar atrás su «Cai» o «El amor de San Juan»...
–En el espectáculo estarán también mis éxitos, por supuesto. Los clásicos que no se pueden quitar fácilmente porque el público los demanda. Pero también llevo temas nuevos.
–¿Cómo define su momento sobre el escenario?
–De repente salen las cosas más profundas de mí. Incluso a veces crees que no lo estás haciendo tan bien y el público, con dos detalles, te dice «olé». Otras veces sales con muchas ganas y no recibes lo que esperas.
–En ese repaso a su carrera, ¿ha cambiado mucho a «La niña»?
–En todo este tiempo he cambiado, por supuesto. Y eso me gusta. Siempre intento hacer cosas con colores distintos, dentro de que uno es flamenco y eso no se puede negar.
–¿La industria musical o la situaición económica le obligan a reinventarse?
–Es verdad que, a veces, hacemos cosas para poder entrar en la radio o para llegar a más público porque vivimos de esto, de la música, y te entregas a lo que te exige. Pero a mí me reporta tantas satisfacciones, que no me da otra cosa, que no lo veo como un trabajo, sino como mi vida. Siempre hay contratos o compromisos, pero también es verdad que se puede encontrar el punto intermedio.
–Música y familia, ¿cómo organiza su agenda?
–Hago sacrificios como cualquier persona. Mis niñas están acostumbradas a esto desde que nacieron. Aunque no suelo tener un horario estable, cuando llego a casa me preocupo de saber qué han hecho durante el día y si me toca estar algunos días fuera, intento que sea sólo fin de semana, sobre todo desde que nació Pastora. Aun así paso mucho tiempo con ellas, las llevo al cole, e intento no despegarme mucho, incluso me las he llevado a alguna grabación. Son mi prioridad, eso me sale de forma innata.
–En su caso todo queda en familia...
–Sí, en casa es difícil dejar a un lado el trabajo. Chaboli (Julio Jiménez), mi marido, siempre está cogiendo la guitarra y yo escribiendo frases para los temas que hacemos juntos. Desde 2002 componemos y prácticamente no dejamos de trabajar. Pero nos gusta.
–Dos Grammys latinos, ocho discos en el mercado y más de dos millones de copias vendidas, ¿cuál ha sido el momento más gratificante de su carrera?
–Ha habido muchos, pero sin duda es el presente, en el que puedo seguir trabajando, componiendo y cantando, con un público fiel que me sigue desde hace muchos años y que es el que me sostiene.
–¿Y cómo se «camela» a sus seguidores?
–Siempre busco dar lo mejor de mí y eso se consigue abriendo el corazón y expresándome como soy. Yo en la música pongo todo lo que siento, es lo que he hecho siempre y así me ha funcionado.
–¿Piensa dejar en el cajón el tema que grabó con Sergio Ramos?
–Bueno ahí está, al final no ha salido el material. A Sergio le gusta mucho el flamenco, creo que no podría vivir sin la música, y además tiene mucho ritmo. Es un «talentazo» y un tío extraordinario.
–¿A qué sabe la mezcla España, Argentina y México de su último trabajo, en el que colabora con Lila Downs y Soledad Pastorutti?
–Es un disco que se ha vendido muy bien y, de hecho, nos están reclamando para hacer una gira por Latinoamérica. Estamos muy contentas, aunque es complicado que nos juntemos. Cada una tiene su carrera profesional individual.
–¿Está trabajando en un nuevo disco?
–Tengo una idea, nada seguro, aunque no dejo de trabajar en esto y otros proyectos.