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Redd Kross, celebrada doble oportunidad

larazon

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Los californianos Redd Kross son una institución del «power pop» y las buenas melodías con extra de vitaminas. La mítica banda liderada por los hermanos McDonald llevaba 15 años de parón bajo el síndrome de los grupos de calidad que no logran el éxito de masas y se embarcan en proyectos nuevos. Pero el año pasado publicaron su octavo trabajo, «Researching the Blues», un disco que ha demostrado que siguen en plena forma y que presentan en una completa gira española que les acerca a Madrid (15 de enero), Bilbao (16), Zaragoza (17), San Sebastián (18), Barcelona (20) y, de nuevo, Madrid (21). Y es que entre las razones de la vuelta de la banda a la actividad, España tiene un significado y un papel importante. «Primero fue la la invitación al Azkena Rock de 2006, que supuso la vuelta en realidad, y fue el momento en el que nos dimos cuenta de que queríamos seguir adelante con el proyecto», explica Jeffrey McDonald. Y durante estos años, los californianos han estado visitando nuestro país con alguna mala experiencia, como la de 2012, cuando participaban en el Primavera Club de la capital, traumatizada por los sucesos del Madrid Arena. En aquella ocasión, el consistorio redobló los protocolos de seguridad, lo que se tradujo en reducir a la mitad el aforo de la Nave del Matadero, recinto donde Redd Kross iba a dar su concierto. «Por eso hemos decidido incluir Madrid al comienzo y al final de esta gira, nos lo tomamos como si se tratase del pago de una deuda», explica McDonald, gran admirador y conocedor de España.
La fórmula de Redd Kross, un grupo criado en el punk y que ha ido evolucionando a base de incluir en su estilo la tradición rockera americana, tiene como resultados la mejora del estado de ánimo de los oyentes. Melodías pop y guitarras rockeras en las que caben desde los Beatles hasta Kiss, y que cambian su sabor, a veces azucarado, a veces, poderoso, pero siempre de esencia rocanrolera. Durante los noventa contaban con un buen número de admiradores de su estilo garagero, como Kurt Cobain y Sofía Coppola, quien aparece semidesnuda en la portada de su cuarto álbum, «Third Eye» (1990).