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Sidonie, la heráldica del pop

«El peor grupo del mundo» cierra gira en Madrid, una ciudad que nunca les falla, antes de retirarse a meditar sobre su 20 aniversario, el año que viene.
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«El peor grupo del mundo» cierra gira en Madrid, una ciudad que nunca les falla, antes de retirarse a meditar sobre su 20 aniversario, el año que viene.
Autoproclamados en su último disco «El peor grupo del mundo», Sidonie cierra en Madrid su gira mañana con una mezcla de sensaciones. «Ahora te las explico, pero puedes resumir en una si dices que estamos ‘‘cagaos’’», bromea Marc Ros, cantante del trío que siempre atrae a una buena parroquia en sus conciertos en la capital. «Desde la primera vez que vinimos, hace 17 años, esta ciudad siempore nos ha acogido muy bien. Recuerdo aquella noche en la Sala El Sol, que se nos hizo muy extraña a todos porque hubiera tan buena respuesta para un trío de Barcelona que canta en inglés. Es cierto que Madrid es una ciudad grande, pero igualmente, hay una afición muy potente a la música pop», explica. «Para nosotros, tocar en Madrid o Barcelona es siempre sinónimo de nervios porque hay muchos medios de comunicación pero sobre todo porque hay familia y amigos. Sales a tocar y ves muchas caras conocidas y eso siempre pesa», explica el vocalista, que forma Sidonie junto a Axel Pi y Jesús Senra.
Transformaciones
Esta no es su primera vez en el Palacio de los Deportes, perdón, WiZink Center. «No. Hemos tocado una vez, en una combinación curiosa que nos propusieron, con El Canto del Loco, y obviamente hicimios el papel de teloneros pequeños pequeños de ellos...». El repertorio del grupo catalán está lleno de colores, pero el último disco ha producido un cambio radical en la banda. «Yo he sufrido una transformación en esta gira. Ahora por fin he logrado dejar los nervios en el camerino y, aunque sigo sintiéndolos un poco, disfruto todo el show. Estando en el escenario me dedico a gozar todo el concierto y eso es lo que ha aportado ‘‘El peor grupo del mundo’’, porque son canciones que han conectado muy bien con la gente y la gente corea los estribillos y hace más fácil mi trabajo», comenta el cantante de un álbum de estricta genealogía pop. «A nivel técnico, las canciones son mucho más gustosas de interpretar, algo que no era “Sierra y Canadá”, el anterior, un trabajo muy pueñetero de tocar en directo. En cambio, este es una pasada y cuando recuperas las del repertorio antiguo se ha dado un proceso en el que las canciones se adaptan a la sonoridad y la gustosidad de este disco, se “elpeorgrupodelmundizan” (ríe). Tiene el punto de que le quitamos lo sobrante y superfluo. Es como que nos dejamos de metáforas y lanzamos el mensaje más claro y directo».
Es decir, que han recuperado ese sello de identidad popero. «Totalmente. Es algo que hemos perseguido siempre desde el primer día. Nuestro blasón es el pop. Nuestra alma mater es el “Rubber soul” de los Beatles. Todo lo que escuches de Sidonie que no te suene a eso es un error por nuestra parte, es que la estamos pifiando», explica Ros. En el álbum, hay un corte que trata sobre los kilómetros en la carretera, el martirio de toda banda de pop que Ros sufre particularmente. «Para las giras, yo nací cansado. No quiero que se me malinterprete, pero dormir fuera de casa y comer fuera de casa es algo que cada vez llevo peor, por no hablar de los desplazamientos. Nunca me han gustado las giras, son un coñazo. Me gusta dar conciertos, eso sí. Esa media hora que tocas me apasiona, pero todo lo que conllevan de estar viajando... cada vez me cansa más aunque como tenemos amigos en cada ciudad, pues buscamos lugares para comer bien», dice Ros, que se queda con la parte de su trabajo que consiste en grabar discos. «Eso es lo que más me gusta», igual que a sus adorados Beatles. Será a lo que se dediquen los próximos meses. «Sólo pienso en un mes de vacaciones estupendo que tenemos en enero. Nos irá muy bien y en este momento no tengo la mejor de a lo que me voy a dedicar. A lo mejor no hago nada y me quedo en casa escribiendo, pero igual no. En todo caso no podremos estar mucho pensando, porque el año que viene es el 20 aniversario del grupo y nos apetece montar algo bonito». Madrid les seguirá esperando, como siempre.