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Sugarhill Gang, pioneros del rap

El grupo que publicó «Rapper’s Delight», el primer éxito del hip-hop de la historia (y la primera controversia), actúa esta noche en Madrid

Sugarhill Gang, pioneros del rap
Sugarhill Gang, pioneros del raplarazon

El grupo que publicó «Rapper’s Delight», el primer éxito del hip-hop de la historia (y la primera controversia), actúa esta noche en Madrid

En las calles del Bronx de Nueva York, a finales de los setenta, las fiestas se montaban en la calle. Se abría el cajetín de una farola, se conectaba a la corriente dos tocadiscos, un amplificador, un micrófono y los altavoces más potentes del vecindario y comenzaba la improvisación. No había riesgo de que apareciese la policía, porque sencillamente nunca atravesaban la línea imaginaria del norte de Manhattan. La música de aquellas avenidas apenas se conocía en ninguna otra parte del mundo. Los temas de soul del momento sonaban desquiciados, repetitivos, saboteados. Estaba naciendo el hip-hop, el género que dominaría las siguientes dos décadas de música negra.

w ESCENA DE NUEVA JERSEY

Sin embargo, no serían los artistas de las calles de la Gran Manzana los que dieran a conocer el estilo al mundo. En 1979, unos desconocidos de la vecina Nueva Jersey grabaron un tema, «Rapper’s Delight», una canción de 14 minutos que provocó un enorme impacto (vendió 2 millones de copias). Sugarhill Gang son los autores de la considerada primera canción de la historia del hip hop, y también de la primera controversia. «Algunos nos criticaron porque no éramos conocidos, pero en mi ciudad había una escena a la que yo pertenecí desde la escuela. Éramos pocos pero activos, y yo estaba muy involucrado. Así fue como nos descubrieron», dice Mike Wright, «Wonder Mike», que actúa esta noche con su grupo en la sala Clamores para recordar viejos tiempos. Para los neoyorquinos, Sugarhill Gang fue un producto prefabricado, unos advenedizos. Por entonces, era inconcebible que se grabase un tema de rap porque en la esencia de l estilo estaba la calle, la improvisación, el directo. El trío de Nueva Jersey abrió la puerta al mundo con esa canción de 3.000 palabras que muchas radios pinchaban íntegra.

Sobre aquellos tiempos callejeros ya se escriben libros y hasta se graban series de televisión, como la reciente «The Get Down», dirigida por Baz Luhrmann. «La he visto, sí. Y está bien, claro, contada desde el punto de vista de Grandmaster Flash (uno de los grandes pioneros). Cubre su arco temporal, pero nosotros llegamos a continuación», dice. «Rapper’s Delight» provocó un terremoto. La estrella dejó de ser el Dj para ser el MC, es decir, la música perdió cierto protagonismo frente a las palabras. Y puede decirse que con esa canción dio comienzo ese debate eterno entre los raperos acerca de lo que es real (es decir, auténtico) y lo que no.

«Digerir el éxito fue complicado, porque de repentenos convertimos en personas reconocibles y comenzaron los debates de autenticidad. Tuvimos que buscar nuestro camino», comenta Wright. El camino que tuvieron después no fue sencillo. Editaron algunos discos, pero Wright decidió dejar la música para hacerse empresario (y de bastante éxito) en un tema tan antiartístico como una central de ventas, de nueve a cinco. «Fue un movimiento consciente para hacerme adulto. Quería construir mi vida, no es que algo fuera mal». Perdieron el nombre del grupo, por el que estuvieron litigando casi dos décadas, situación que en parte dio la razón a los que les acusaban de ser títeres de su sello, Sugarhill Records. «Aún recibo royalties de aquellas canciones, aunque no son mi sustento. Volvemos a hacer música porque es la mejor sensación del mundo», explica. ¿Qué piensa de los raperos billonarios y malhablados de hoy? «Tío, ellos lidian con su propia realidad. Las circunstancias han cambiado. En mis tiempos no se podía decir ‘‘esperma’’ por la radio. No voy a ser un hipócrita y criticarles».