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Tensiones bien administradas

Obras de Mahler y Balada. Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director: V. Pablo Pérez. Auditorio Nacional. Madrid, 4-II-2014.
La Razón
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  • Arturo Reverter

    Arturo Reverter

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Todos los parabienes merece el proyecto didáctico de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, una de cuyas manifestaciones más fructíferas es la ya bastante avezada Orquesta Joven. En este caso Mahler actuó de soporte. Se estrenaba en España «Nicht zu schnell» («No muy rápido»), transcripción para orquesta sinfónica del «Cuarteto con piano en la menor», obra juvenil (1876) del compositor, realizada por el músico inglés Colin Matthews (1946). Agradable, lírica y schubertiana partitura, como resalta en sus notas Pérez de Arteaga, bien trabajada por Matthews y bien tocada, dirigida y cantada, a falta quizá de una mayor depuración en los planos.
Algo que echamos también de menos en la interpretación del asimismo mahleriano «Totenfeier», suerte de poema sinfónico de 1888, más tarde utilizado como primer movimiento de la «Segunda Sinfonía». Obra apasionada y tempestuosa, con remansos líricos magníficamente tratados por el director, que supo calar en el ensimismamiento de esos pasajes y, no obstante, acometer con presteza los momentos más furibundos. Estupenda colaboración de la orquesta, cuya cuerda grave expuso con rara exactitud y limpieza el árido, ágil y culebreante tema inaugural. Se escuchaba, creemos que por primera vez en Madrid, la «Sinfonía nº 6», «De las penas» de Leonardo Balada (1933), ecléctico compositor catalán afincado durante muchos años en EE UU. La partitura desarrolla a lo largo de un único movimiento un complejo entramado sinfónico en el que, sin una base tonal reconocible y sobre un aire de permanente y oscura marcha, reforzada por abundante percusión, se trabaja sobre dos temas opuestos, los del «Cara al sol» y el «Himno de Riego». Músicas alusivas a las dos facciones enfrentadas en nuestra Guerra Civil. Las dos melodías se enfrentan violenta y demoledoramente, en bloques fustigantes. La obra está dedicada «a las víctimas inocentes de la contienda». La indudable aspereza de las cuerdas y el empaste no del todo conseguido en la juvenil agrupación no fueron obstáculo para que se nos ofreciera una versión de enorme voltaje.