Buscar Iniciar sesión

Ximo Tébar: «La enseñanza musical en España está coja»

Ximo Tébar / Guitarrista de jazz y profesor.. Tres décadas de experiencia avalan a este artista valenciano que presenta álbum 25 años después de crear su Son Mediterráneo.
larazon

Creada:

Última actualización:

Tres décadas de experiencia avalan a este artista valenciano que presenta álbum 25 años después de crear su Son Mediterráneo.
Es uno de los mejores músicos de jazz en nuestro país, y ahora está de celebración. Se cumplen 25 años desde que Ximo Tébar (Valencia, 1963) sentara las bases de su Son Mediterráneo, un estilo de jazz fusión que el valenciano ha llevado por todo el planeta. Este año ha lanzado un disco, «Soleo», en el que repasa toda su trayectoria, y un libro, «Ximo Tébar, la guitarra del jazz mediterráneo» (Piles), escrito por José Pruñorosa, en el que desgrana cómo fueron sus inicios y la situación del jazz en España.
–¿Cómo se siente después de 30 años de carrera profesional?
–Satisfecho, contento y tranquilo, porque son muchos años haciendo música, formándome y estudiando. Llegar a este momento y poder celebrarlo con el libro me da ánimos y siento una gran satisfacción de no haber perdido el tiempo.
–Comenzó estudiando flamenco, una música con muchos puntos en común con el jazz.
–Exacto, muchísimos, sobre todo en lo referente al aspecto rítmico y su importancia. Si no hay compás, como lo llaman los flamencos, no hay arte.
–¿De dónde viene su pasión por el jazz?
–Fue totalmente casual. Cuando tocaba flamenco me gustaba muchísimo Paco de Lucía –para mí, el mejor guitarrista de la historia–, pero también me encantaba tocar canciones de Carlos Santana. Me di cuenta de que ambos me atraían porque dedicaban mucho espacio a la improvisación, que era lo que me más me motivaba. Y la esencia del jazz es la improvisación.
–Sus primeros conciertos fueron con 17 años en un mundo tradicionalmente de personas adultas. ¿Qué tal le trataban?
–He tenido la suerte de estar rodeado de gente que sabía mucho más que yo. He aprendido mucho de los maestros y siempre me he sentido cómodo con ellos.
–Después llegan los viajes por Europa, su estancia en Nueva York... ¿Los músicos de jazz en España no pueden ser profetas en su tierra?
–Aquí, en España, suele pasar en el ámbito del jazz que tienen que reconocerte fuera para que se den cuenta de lo que vales. Es lo contrario de lo que pasa en EE UU, donde si uno empieza a destacar recibe todo el apoyo de su entorno. En España, cuando empiezas a despuntar surgen zancadillas y obstáculos que te frustran. Muchos acaban abandonando.
–¿Qué tipo de zancadillas?
Empecé desde joven a estar rodeado de los mejores músicos que pasaban por aquí. Que estuviera ahí generaba envidias... Al final, el dicho «que se hable de uno aunque sea mal» debería ser «que se hable aunque sea bien», porque mal habla todo el mundo (risas).
–¿Qué tal defiende el Son Mediterráneo fuera de la Península?
–Pues fuera tiene mucha más aceptación y es bastante más sorprendente que en España, porque aquí estamos acostumbrados a ese sonido, nos toca de cerca por las músicas mediterráneas y el flamenco. En el norte de Europa y en EE UU a la gente le encanta, además de que les sorprende esa forma apasionada de tocar que tenemos los músicos españoles.
–Ahora lanza «Soleo», un álbum retrospectivo. ¿Qué nos encontraremos en él?
–Pues un poco de estos 30 años. En toda mi carrera he vivido diferentes etapas, más enfocadas en uno u otro estilo, y mis discos responden a cada una en concreto, pero en «Soleo» todas estas fases se aúnan y crean un todo.
–Es profesor en el Conservatorio Superior de Valencia. ¿Qué opinión tiene sobre las nuevas generaciones de músicos?
–Muy buena. Ser profesor es un honor y aprendo muchísimo con mis alumnos. Los chavales vienen a estudiar su carrera y tienen ganas de aprender, son alumnos serios. Es un placer trabajar con ellos. Los jóvenes cuentan con medios como internet, YouTube... cosas que nosotros no teníamos y que facilitan mucho el aprendizaje.
–¿Qué opina sobre la enseñanza musical en España?
–En lo que se refiere a música moderna, está coja. Nosotros impartimos la disciplina de jazz en el grado superior de música, pero en los estudios anteriores eso no existe. Los objetivos del itinerario de la carrera de música se quedan cortos según las exigencias que se les piden a los músicos profesionales hoy. Hay mucho potencial en España y en la Comunidad Valenciana. Soy miembro del Consejo de Cultura del Gobierno valenciano y estoy impulsando una normativa que haga que la música moderna esté más presente en las enseñanzas de música.
–¿Cómo se pueden acercar los más jóvenes a este tipo de música, que está fuera del circuito más comercial?
–Sería buenísimo que los niños pudieran conocer todos los tipos de música desde un punto de vista práctico, no sólo tocando la flauta dulce en el colegio, que puede hacerte aborrecer la música. Se tendría que implantar una educación musical buena y potenciar mucho las capacidades de cada alumno..., aunque eso ya son palabras mayores.

El lector

Tébar acostumbra a leer mucha prensa, en especial «la sección de Cultura, evidentemente», dice. También le interesan los asuntos relacionados con la política internacional y nacional. En resumen:«Todo menos los deportes, salvo cuando Rafa Nadal está jugando en algún torneo», reconoce.

Archivado en: