Natchwey: «Goya es el patriarca de los fotógrafos de guerra»

Ha desaparecido el día que se ha dado a conocer el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. No extraña al resto de fotógrafos de guerra, que acaban de enterarse de su nuevo premio. "Lo siento. Me he dejado el móvil y el servidor de mi estudio no funcionaba", se disculpa a LA RAZÓN. James Nachtwey (Syracuse, Nueva York; 1949) ha ganado en dos ocasiones el World Press Photo y se ha hecho con cinco Medallas de Oro Robert Capa, entre otros. Es uno de los tres ganadores de 2007 del TED Prize, que recibió 100.000 dólares junto con "un deseo para cambiar el mundo". Ha documentado el conflicto civil de 1981 en Irlanda del Norte y otras crisis en Sudáfrica, Latinoamérica, Oriente Medio, Rusia, Europa, Unión Soviética, el hambre en Somalia y otros sucesos en Estados Unidos.

- Gracias. Es una gran honor estar junto a personas tan excelentes, que me han inspirado tanto a lo largo de mi carrera. Sus logros a tan alto nivel le dan a este premio un significado más allá de la fotografía o el periodismo.

- La cámara es una herramienta. Los ojos son instrumentos ópticos anatómicos. Cuando hago una fotografía, la percibo con todo mi ser.

- "Los desastres de la guerra"son imágenes que muestran la verdad de la guerra: Su humanidad y barbaridad. No glorifican la guerra o celebran los héroes. La primera vez que los vi en el Prado, fue durante la Guerra de Vietnam, y aquellas imágenes encajaban perfectamente con mis sentimientos en ese entonces. Incluso aunque el trabajo de Goya precede a la fotografía, tiene un efecto similar en el espectador y también el mismo propósito. Por ello, sí, pienso que es el patriarca de los fotógrafos de guerra.

- El trabajo de los fotógrafos durante la Guerra de Vietnam y los Movimientos de Derechos Civiles en Estados Unidos tuvieron un gran impacto en la nación. Hizo que nuestros líderes políticos y militares tuvieran que rendir cuentas e hizo cambiar el rumbo de los acontecimientos. Por eso quise ser fotógrafo. Estaba más interesado en cómo la fotografía podía servir a la sociedad, al crear conciencia de los acontecimientos, que en la fotografía propiamente dicha.

- Siempre lo hago cuando es posible y apropiado. Pero, sí, es cierto que a veces el curso de los acontecimientos se desarrolla tan rápido, entre tanto caos, que no me es posible hablar con la gente y tener una conversación.

- Bueno, a un reportero con el que trabajé en Zaire, le entrevistaron para la película documental "Fotógrafo de guerra", y me describió como el que llevaba una camisa blanca. Por alguna razón aquella descripción permaneció y se convirtió en una curiosidad. Pero, creo que se malentendió. Suelo llevar camisas blancas, pero por razones prácticas. En los climas donde las temperaturas son muy altas, es el color que mejor reflecta el sol. Si uno hace un escáner rápido con el ojo en los países de clima caliente, se verá que el blanco es un color muy común en la ropa de los hombres. Así, con el blanco me mezclo mejor entre la gente.

- Cuando uno está en situaciones en las que su vida corre peligro es natural tener miedo. Es parte del instinto de supervivencia. Lo importante es controlar ese miedo y no dejarle que nos paralice o haga sentir pánico. Me he dado cuenta de que cuando estoy en situaciones muy peligrosas, me relajo de manera natural. Creo que es parte del instinto de supervivencia. Me permite tomar decisiones cruciales de forma más rápida y clara.

- Larry Burrows ha sido el fotógrafo de guerra más ejemplar. Tenía un valor extremo al documentar los combates de primera línea, pero a la vez mucha sensibilidad con la humanidad de los combates y también con los civiles atrapados en medio de la batalla.

- Las situaciones que fotografío tienen mucha tragedia y destrucción, a las que es verdaderamente difícil hacer justicia. Incluso, si la fotografía se hace con éxito desde el punto de vista puro de la fotografía. Lo único que puedo hacer es intentarlo una y otra vez.

- No es aceptable que a esos cientos de miles de refugiados, niños, ancianos, familias enteras, que han tenido que cruzar el océano en lanchas frágiles de goma, no se les deje llegar más allá de la frontera girega. Están atrapados entre la lluvia, el frío, el barro, viviendo en pequeñas tiendas de campaña. La falta de una efectiva y humana manera de tratar con esta migración histórica cuestiona los ideales de la Unión Europea, sus valores, su competencia y la idea de su unidad. Mientras, Estados Unidos debería aceptar sus obligaciones y responsabilidades tras las guerras de Irak y Afganistán, y hacer más para proporcionar asistencia y alojamiento a los refugiados.

- Acabo de volver precisamente de mi tercer viaje documentando la crisis de refugiados en Europa, después he hecho una segunda visita a Nepal para documentar los efectos del terremoto después de un año. Ahora estoy en mi estudio trabajando en organizar una gran exposición en Milán para finales de este año.