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«No dormirás»: Cuando el insomnio es una pesadilla

Esta película de Gustavo Hernández llega tras triunfar en Argentina y verse en el Festival de Málaga. Cuenta en el reparto con Belén Rueda, Eva De Dominici y Natalia de Molina
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Esta película de Gustavo Hernández llega tras triunfar en Argentina y verse en el Festival de Málaga. Cuenta en el reparto con Belén Rueda, Eva De Dominici y Natalia de Molina.
¿Sabemos dónde están los límites del cerebro? ¿Hasta qué punto la falta de sueño y el cansancio mental pueden influir en él y alterarlo? Esta es la cuestión que plantea el uruguayo Gustavo Hernández en su tercer largometraje, «No dormirás», una coproducción argentina, española y uruguaya que pasó por el festival de Málaga. «Un thriller psicológico con diferentes tramas, cuotas de drama y terror psicológico», así lo define Hernández. En un orfanato abandonado construido en la Argentina de Perón, un grupo de teatro radical experimenta con el insomnio para la preparación del montaje de una obra. Al paso de días sin dormir los actores alcanzan nuevos umbrales de percepción que los enfrentan a energías e historias ocultas del lugar. Cuando Bianca se incorpora al elenco para el papel principal, debe sobrevivir no solo a la intensidad del trabajo y a los compañeros, sino a una fuerza desconocida que la empuja, como a los demás, a un trágico desenlace. En el reparto, Belén Rueda y las jóvenes Eva De Dominici y Natalia de Molina, así como Germán Palacios y María Zabay, en su debut cinematográfico.
«La idea surgió de manera casual –explica el director–, yo salía de un trabajo de cuarenta y ocho horas seguidas y no podía dormir. Me puse a jugar con un videojuego y era como si los sentidos se amplificaran, estaba más alerta y la percepción de mi entorno se volvió más aguda. Me puse a investigar sobre experiencias de insomnio radical y sus consecuencias sobre la mente y el cuerpo. Me pareció interesante trabajar sobre esa premisa de una vigilia prolongada y extrema».
Muy importante fue el lugar del rodaje. «Hay espacios donde parecen sentirse energías extrañas. Ya al entrar en su enorme arquitectura se notaba una energía distinta que favorecía una atmósfera tenebrosa. El lugar impresiona. Queríamos que, al tener historia propia, tuviera protagonismo, que el edificio fuera un personaje más», asegura Hernández. En cuanto a la creación del grupo teatral, «me planteaba ¿hasta qué punto o límite puede llegar el compromiso de un artista? Es algo que me obsesiona, no como director, sino como persona. Realmente desconocemos el camino seguido por un artista para lograr que su obra emocione, haga llorar o erizar la piel. Los grandes artistas experimentan al límite», afirma.
Lo sublime del dolor
Belén Rueda interpreta «a la apasionada directora del elenco, una mujer capaz de dar su vida para alcanzar lo que para ella es la perfección. Un personaje muy complejo que cuenta la parte más oscura de nuestra profesión, cuando te toca un director muy exigente que te obliga a entrar en lugares muy dolorosos de tu vida real y no es necesario», explica Rueda. «No hay creatividad si no hay dolor, en el dolor está lo sublime», dice la protagonista. «Y si alguien dice eso de verdad, ahí empieza una película de terror. Someter a los actores a cuatro días de insomnio para una única función, no es intrascendente, puede producir brotes sicóticos esquizofrénicos y si tienes cierta tendencia a la depresión, es lo peor que le puede pasar al cerebro».

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