"Pan y Messi": el 10 hace piruetas con el Circo del Sol
El delantero inauguró por todo lo alto en Barcelona el espectáculo que le dedica la conocida compañía
El futbolista triunfa en Barcelona con el espectáculo que le dedica el Circo del Sol
Se suele decir que el “pan y fútbol” es el “panem et circenses” de nuestro tiempo, probablemente más cercano al de Juvenal de lo que quisiéramos reconocer: “Este pueblo ha perdido su interés por la política, y si antes concedía mandos, legiones, en fin todo, ahora deja hacer y sólo desea con avidez dos cosas: pan y juegos de circo”. “Nihil novum sub sole”, que decían los latinos.
Lo que no sabíamos es que estábamos a un paso del espectáculo total: pan y circo y fútbol. Y Messi. La reconversión del deportista en marca es una cosa reciente, apenas un par de décadas atrás. ¡Imaginen lo que no se hubiese hecho con Maradona en tiempos de galácticos! Roberto Carlos ha confesado recientemente que el vino y la cerveza no eran ajenos a las concentraciones del Real Madrid de los 90.
Lo mismo con las noches de farra en épocas en que no existía la sobrexposición del deportista, la tedioso y absurdo idea de considerarlos un “ejemplo para los jóvenes” y la explotación comercial de la imagen del futbolista. Hoy el deportista ha de ser ejemplar y, en la medida de lo posible, colaborar con la erradicación del hambre. Messi es lo más cercano a la deificación de una figura deportiva que vivimos en este siglo XXI. Un Dios requiere de un relato que lo acerque al pueblo. Por eso, el cine, a través de documentales (Álex de la Iglesia le dedicó uno), los libros, etc, se han fijado en él.
Ahora, su arte balompedística, su personalidad y las vicisitudes de su vida y obra deportiva son glosadas cual cantar de gesta en el nuevo espectáculo del Circo del Sol, “Messi 10”, un extraño collage de piruetas de toda la vida, con el sello de esta célebre compañía y la coartada comercial del delantero culé. Suena raro y es raro, pero seguramente atraiga a más público, y más variado, que por ejemplo une espectáculo circense basado en, yo qué sé, los nenúfares de Monet. También el “circenses” romano tenía sus hijos predilectos: Vero y Prisco, por ejemplo, inauguraron las luchas de gladiadores en el Coliseo; combatieron durante horas y, al cabo, fueron indultados por el emperador; eran estrellas de la época.
El jueves por la noche, una audiencia rendida a Messi, que jugaba en casa, en Barcelona, abarrotó la inauguración del espectáculo del Circo del Sol: 3.000 personas distribuidas a ambos lados de una enorme carpa, simulando un estadio de fútbol, jaleando los 90 minutos, divididos en dos tiempos de 45, en el que se narra esta historia de superación que, moraleja, demuestra que “hay un 10 en cada uno de nosotros”.
Famosos de toda índole y especialmente co-estrellas del club azulgrana (Luis Suárez, Piqué y su mujer Shakira) arroparon a un Messi que se encarnó en el escenario a final del espectáculo. En la gira mundial prevista para 2020 (en España sólo se verá en Barcelona), el astro rey del fútbol se materializará solo a través de imágenes en una gran pantalla móvil. Algo es algo.