Pelé, los mil gritos de gol de "O rei"
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Dice Ángel Cappa que los goles de penalti no se celebran, pero Pelé tenía muchos motivos para celebrar el que marcó el 19 de noviembre de 1969 en Maracaná contra Vasco de Gama. El partido que enfrentaba al equipo local contra el Santos de Pelé era decisivo para el campeonato brasileño, pero ése era el menor de los motivos de celebración. Era el gol número 1.000 en la historia de la estrella brasileña y aunque jugaba fuera de su terreno la celebración fue global. Los fotógrafos se abalanzaron sobre él cuando iba a recoger el balón del fondo de la portería y multitud de aficionados de Vasco saltaron a buscarlo para ofrecerle una camiseta de su equipo con el número 1.000. El partido estuvo detenido 25 minutos por la invasión de campo y Edgardo Andrada, el argentino que guardaba la portería de Vasco, nunca se sintió más extraño ante sus propios aficionados.
«Me sentí solo contra el mundo», confesaba hace unos años el portero. «El ruido era ensordecedor. Hasta los hinchas del Vasco estaban contra mí», añadía. Porque Pelé era de Santos, pero sobre todo, era de Brasil. Era de todos.
«Por primera vez en mi carrera me sentí realmente nervioso», reconoció Pelé. «Andrada estaba en un excelente momento. Nunca había sentido una presión igual; estaba temblando. Pero me sobrepuse. ¡Qué sensación tan increíble! El estadio se vino abajo».
Lágrimas de gol
El gol hizo llorar a todos. A Pelé, de emoción. A Andrada, de pura tristeza. No quería pasar a la historia como el portero al que Pelé le marcó el gol número 1.000. O simplemente no deseaba pasar a la historia porque probablemente nadie estaría escribiendo ahora de él si no hubiera estado en aquel momento en la portería.
La figura de Pelé es tan inmensa que engrandeció a compañeros y a rivales. A otros, como Garrincha, los hizo quedar en un segundo plano a pesar de ser, probablemente, uno de los jugadores más habilidosos e imprevisibles de la historia. Pero Pelé lo abarca todo, tanto que su nombre se convirtió en el apellido de los dos equipos de su vida, que pasaron a ser para siempre el Santos de Pelé y el Brasil de Pelé.
«O Rei» fue un adelantado a su tiempo, una figura mediática que exploró los caminos de la publicidad y del marketing. Fue también el primero que se puso a contar sus goles, aunque sobre eso hay bastante polémica. Los goles oficiales que marcó en su carrera fueron «sólo» 757 repartidos entre el Santos (643), Brasil (77) y el Cosmos estadounidense (37), según un estudio de la revista argentina «El Gráfico». Una cifra igualmente escandalosa, aunque no tan llamativa como los 1.284 que dice haber marcado «O Rei» en toda su carrera. El resto los convirtió en partidos amistosos e incluso en exhibiciones benéficas. El recuento más curioso es el de los 14 goles que marcó con el ejército brasileño en un torneo sudamericano que enfrentaba a las fuerzas de seguridad de varios países del continente. Una especia de Copa América militar.
Incluso sobre sus datos, que reflejan 1.284 goles, hay dudas. Guilherme Nascimento, un historiador de fútbol brasileño, publicó en 2013 un estudio con sus investigaciones que le reconoce un gol más en su carrera. Serían 1.285 en total si se contabilizara el que marcó en enero de 1966 en un amistoso que enfrentaba al Santos contra la selección de Costa de Marfil. En la segunda parte jugó con la selección costamarfileña y marcó un gol, el único que Pelé le marcó al Santos en su vida, y que no aparece en los registros del club porque se trataba de un partido de exhibición. Ese gol cambiaría también la fecha de la celebración del número 1.000, que sería cinco días antes en la victoria de Santos ante Botafogo y hubiera evitado el llanto de Andrada.