Perla Fuertes: homenaje a Lorca en el Museo Azul

Antes de convertirse en una de las ciudades más importantes de Al-Ándalus, Lorca ya había sido el hogar de fenicios, cartagineses, romanos, godos, vándalos y alanos. Su historia se ha reescrito de entre las ruinas en multitud de ocasiones. Es esa riqueza cultural la que ahora homenajea la pintora murciana Perla Fuertes en «Palimpsestos», una muestra de 23 cuadros que albergará el Museo Azul de la Semana Santa de Lorca a partir del 30 de octubre. En sus pinturas, Fuertes hace referencia a un municipio que lleva reinventándose desde la prehistoria, pasando por la romanización hasta la ciudad islámica y cristiana que terminaron de dar forma a la Lorca actual. Así, las obras referencia el puente neoclásico de la Alberca, la icónica pasarela en forma de arpa de Manterola y los mantos bordados que integran el patrimonio de la cofradía del Paso Azul, de la Hermandad de Labradores, expuestos igualmente en el museo. La muestra se completa con obras protagonizadas por figuras humanas cuyo objetivo es hacernos vibrar y emocionarnos mientras nos invita a participar de esa rica superposición de discursos que luchan unos sobre otros como si de un antiguo palimpsesto se tratara.

Fuertes descubrió su pasión por la pintura cuando apenas era una adolescente. Natural de Alhama de Murcia, comenzó su carrera artística con óleos y acrílicos de pequeño formato para, poco a poco, desarrollar sus dotes artísticas en murales de mayor tamaño. Su obra ha formado parte de muestras colectivas en Nueva York, Alemania, Bruselas y Japón, mientras que en España cuenta con una dilatada trayectoria avalada por varias exposiciones individuales, entre ellas «Ser otra realidad», «Diálogos de silencio», «Ausencias», «Luz de la inocencia», «Niños en su mundo», «Fragmentos y evocaciones», y la más reciente, «Caja de agua». Este año, además, ha sido la autora del cartel anunciador «Entierro de la sardina 2019».

El historiador de arte, crítico y diseñador Pedro Manzano, asegura sobre su trabajo más reciente que «son las ideas las que se superponen, las experiencias vividas por la propia pintora las que afloran en los lienzos que abren las puertas a elucubrar distintas lecturas de cada una de sus piezas, según el momento o el estado anímico del espectador». Asegura Manzano, en el prólogo del catálogo de la exposición, que los modelos de sus cuadros se convierten en actores «cuyo rol es servir de excusa a través de la que hacernos llegar sensaciones, ideas y, sobre todo, sentimientos».