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Historia

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«Que vuestro nombre no se borre de la historia»

La figura de las trece mujeres fusiladas en el cementerio de la Almudena, en Madrid, se hace hoy más nítida que nunca

Imagen de la película «Las Trece Rosas» larazon

El 5 de agosto de 1939, estas trece mujeres vieron cómo su vida se apagaba junto a una tapia del madrileño cementerio de la Almudena.

Para empezar, me gustaría aclarar que este artículo pretende ser, simple y llanamente, un pequeño homenaje a Victoria, Luisa, Julia, Adelina, Virtudes, Elena, Dionisia, Ana, Martina, Joaquina, Carmen, Pilar, Blanca y Antonia, la rosa número catorce. Decía el gran Pablo Neruda: «Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera». Pues bien, he aquí las primeras flores que fueron arrancadas. He aquí la memoria de las Trece Rosas.

Tras finalizar la Guerra Civil el 1 de abril de 1939, un gran conjunto de personas contrarias al régimen que el bando nacionalista había impuesto en España, se vieron obligadas a vivir en la clandestinidad, casi invisibles, como si sus vidas fuesen de mentira. Organizaciones como el PCE y las Juventudes Socialistas Unificadas fueron «demonizadas» por Franco. Sus líderes sufrieron un continuo acoso que les llevó al exilio, a la cárcel... Y a la muerte.

Sin embargo, la pérdida de estos líderes no impidió que varios grupos de jóvenes intentasen reorganizarse y seguir luchando por un sueño republicano que se había hecho añicos. Entre los miembros de ese grupo de jóvenes se encontraban las Trece Rosas, quienes ejemplifican a la perfección el papel de las mujeres en varios e importantes momentos de la historia, aunque a veces parezca que esos papeles están arrugados y guardados en un cajón con candado.

En los primeros «meses de tranquilidad», la policía y el ejército ejercieron una fuerte represión y persecución sobre aquellas personas contrarias al nuevo régimen. A lo largo de la primavera de 1939, mujeres y hombres fueron detenidos y conducidos a las cárceles del país. Las Trece Rosas fueron trasladadas a la prisión de las Ventas, donde fueron hacinadas y tratadas en paupérrimas condiciones.

El 29 de julio, miembros de las JSU asesinaron en Talavera de la Reina al comandante de la Guardia Civil, Isaac Gabaldón, lo que sirvió de detonante para los fusilamientos en masa. Cinco días más tarde, se celebró un Consejo de Guerra en el que se juzgaron 57 miembros de las JSU, entre los que se encontraban las Trece Rosas. El 5 de agosto de 1939, su sangre se derramó por una tapia del cementerio de la Almudena.

En memoria de las Trece Rosas. Hay mujeres que viven para siempre... Vuestros pétalos continúan bailando con el viento de la historia.