Conflictos

Un expolítico de Cataluña explota contra un joven estudiante: "Felizmente, la lingüística no depende de usted"

Durante la discusión se asegura que los españoles no tienen las mismas oportunidades

Bandera catalana
Bandera catalanaLa Razón

Hablar en castellano y ser respondido en catalán puede ser una razón más que suficiente para una inesperada discusión entre dos personas, ya sea por los contextos sociales o por los motivos políticos que sean. Hablar la lengua cooficial de Cataluña suele estar ligado a una forma de afirmación cultural o de reivindicación política, mientras que quienes se comunican en la lengua oficial de España y reciben una respuesta en un idioma diferente, en este caso el catalán, pueden interpretar esa respuesta como una falta de voluntad de entendimiento o, incluso, como una actitud excluyente, aunque no haya esa intención ofensiva.

Estas situaciones se agudizan cuando se producen en contextos institucionales, pero también pueden darse en cualquier momento y en cualquier lugar, como en una conversación por la calle. Un claro ejemplo de ello fue el choque verbal que hubo entre un joven castellanoleonés y un expolítico de origen catalán. Se trata de Josep-Lluís Carod-Rovira, ex vicepresidente de la Generalitat, quien fue preguntado sobre las oposiciones en su Comunidad Autónoma de nacimiento durante un programa en TVE. No obstante, la discusión no empieza en ese punto, sino que da inicio en base a la traducción del nombre de esta figura política desde el catalán al castellano.

El ex vicepresidente del Gobierno de la Generalitat, Josep Lluis Carod Rovira
El ex vicepresidente del Gobierno de la Generalitat, Josep Lluis Carod Roviralarazon

"No tiene ningún derecho a modificar mi nombre"

"Don José Luis". Así es la primera intervención del joven que quería preguntarle sobre su opinión acerca de que un castellanoleonés no pueda ir a opositar a Cataluña porque hablar el catalán es obligatorio. "Perdón, yo me llamo Josep Lluís. Me llamo como me llamo aquí y en la China, y usted no tiene ningún derecho a modificar mi nombre", así contestó el antiguo vicepresidente. El estudiante se defendió expresando queno entendía el catalán y que por eso tradujo su nombre.

Posteriormente, ya formuló esa pregunta sobre la situación de una persona que no sabe catalán y que quiere opositar allí. "¿No se debería mirar a las personas por sus conocimientos o por sus actitudes antes que por el idioma?", preguntó. La respuesta, de primeras, dejó sin palabras a los demás testigos de esta conversación. Carod-Rovira formuló que el joven tenía "toda la razón" del mundo, pero después continuó ofreciendo su explicación.

"Es mejor quien domine las dos lenguas oficiales y no quien domine solo una"

"Teniendo en cuenta que en Cataluña hay dos lenguas oficiales, mejor aptitud y mejor conocimiento va a tener quien domine las dos lenguas oficiales y no quien domine una sola", explica. El ejemplo que expuso fue que si el mejor arquitecto del mundo va a trabajar a Castilla y León y no sabe castellano, allí no tendráposibilidades de trabajar, "por lo tanto, la situación no tiene nada que ver".

Continua expresando que "usted dice, en cambio, que los opositores catalanes sí que pueden opositar en Castilla y León", pero que en este caso sería a partir de la única lengua oficial del Estado, lo cual estaría suponiendo que "no habría una igualdad de condiciones". A toda esta defensa por parte Josep-Lluís, el estudiante dijo que "eso da igual".

"Voy a Cataluña y me cierran las puertas por el idioma"

El contrargumento del joven fue el siguiente: "Yo ahora, por ejemplo, soy una persona que intento, yo que sé, ser un médico de los mejorcitos que pueda haber en España, ¿no? Me voy a Cataluña y se me cierran las puertas por el idioma", refleja. Este tipo de situaciones que podrían llegar a darse en algún momento dado le generan incomprensión, algo que al ex vicepresidente le resulta impensable. "Pues si usted no comprende esto, a mí me va a ser muy difícil explicárselo", explica.

Carod-Rovira es tajante, y asegura que tienen "una concepción de España que únicamente comprende e integra a la lengua española, no a las demás lenguas". El joven explica que es totalmente al contrario, que él respeta a todas las lenguas que hay en España. Sin embargo declara que, si por él fuera, "que primero se hablara el español". Finalmente, el expolítico termina contestándole que "felizmente, las cuestiones lingüísticas no dependen de usted. Porque, si no, ya veo qué es lo que sucedería...".