El Caribe español está en Cataluña: la maravillosa piscina natural que no encontrarás en ninguna otra parte de España

España no solo se limita a ofrecer todo lo relativo a lo autóctono o lo tradicional, es más bien al contrario. Todo el territorio brinda lugares de lo más únicos que no tienen nada que envidiar a los destinos de fuera del país. Es posible realizar un viaje sin la necesidad de tener que ir al exterior, lo cual aporta una riqueza singular a su oferta turística y genera que cada escapada se convierta en una experiencia de lo más sorprendente.

El atractivo de nuestro país como uno de los destinos turísticos más elegidos por los turistas internacionales también reside en esa habilidad de combinar paisajes y elementos culturales únicos. Por eso, todo visitante podrá disfrutar de un aire nuevo, de una atmósfera que recuerde a las distintas partes del universo, sumado del confort y la hospitalidad más satisfactorias posibles. Al fin y al cabo, es una forma distinta de viajar.

El Caribe español está en Girona

No solo se trata de una propuesta visualmente impactante, sino que también es muy accesible para todos. España ofrece la posibilidad de vivir experiencias inspiradas en otros países sin necesidad de realizar largos desplazamientos. Por eso, nuestro turismo está lleno de variedad, creatividad y una constante sensación de asombro para los más curiosos.

Un claro ejemplo de ello es la Cala Montgó, una playa situada en la Costa Brava, entre los municipios de L’Escala y Torroella de Montgrí, justo en la provincia de Girona. Se encuentra dentro del Parque Natural del Montgrí, las Islas Medes y el Bajo Ter, un entorno protegido que destaca por su valor ecológico y paisajístico.

Las mejores aguas de España

Esta cala se caracteriza por sus aguas tranquilas, ya que está resguardada del viento de tramontana por la disposición natural del relieve. Su fondo marino y sus aguas claras la hacen ideal para el baño, el esnórquel o simplemente para relajarse. La playa, que es de arena fina y dorada, tiene una longitud aproximada de 430 metros y cuenta con todos los servicios necesarios: aseos, duchas, socorristas, chiringuitos, accesos adaptados y posibilidad de alquilar hamacas. Además, su forma semicircular, según estudios geológicos, podría deberse al colapso de una antigua dolina, posteriormente modificada por la acción del mar.

También es un punto de partida excelente para explorar la costa mediante sus interminables senderos. Desde la propia cala se accede a rutas que bordean los acantilados y ofrecen vistas amplias del litoral catalán. En uno de sus extremos se encuentra la Torre de Montgó, una antigua construcción de defensa del siglo XVI que se edificó para vigilar posibles incursiones de atacantes.