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Barcelona, capital del español

Los Reyes han presidido la reunión del Patronato del Instituto Cervantes. Barcelona, la única ciudad que el hidalgo visita en la obra magna de la lengua española, podría acoger una reunión del Patronato del Instituto Cervantes en 2017 con vocación de tender puentes
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La lengua de Cervantes es un nexo de unión y un patrimonio común de todos los españoles. Por eso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, propuso ayer que el próximo Patronato del Instituto Cervantes se reúna en la Ciudad Condal en 2017. La misma capital que Don Quijote visitó en sus andanzas
No salió bien parado Don Quijote de su visita a Barcelona. De allí, vencido por el caballero de la Blanca Luna, regresaría a su pueblo para recuperar el juicio y, finalmente, morir. Pero antes de eso, tuvo tiempo para deshacerse en elogios a la Ciudad Condal: «...archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única». (Capítulo LXXII. Segunda Parte). Si hemos de hablar de eso tan manido como es «la diversidad» de España, que para algunos es riqueza y para otros garante de otras pretensiones, no podemos olvidar que, como en tantas otras cosas, todo está en «El Quijote».
Por eso ayer, al hilo del IV Centenario del fallecimiento de Cervantes, y durante el transcurso de la reunión del Patronato del Instituto que lleva su nombre en la también cervantina localidad de Aranjuez, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, propuso que una de las próximas reuniones de dicho patronato se celebre en Barcelona, el lugar que visitó el manco de Lepanto dos o tres veces (que en esto hay controversia) y la única ciudad a la que llevó a su Caballero de la Triste Figura. «Sería, sin duda, el homenaje debido tanto a la letra y al espíritu de Cervantes como a la riqueza cultural que, vivamos donde vivamos, nos une como españoles», señaló el presidente después de que el Rey inaugurara la sesión con estas palabras: «Debemos subrayar la extraodinaria tarea de Cervantes al estrechar las relaciones entre las naciones de lengua española y al tender puentes con países de otras culturas».
Y es que, como dijo Cervantes, «viajar hace al hombre discreto» y su Don Quijote levantó acta de la realidad española (desde La Mancha a Andalucía, de Andalucía a Cataluña) y de los distintos usos, costumbres, dialectos y lenguas. En su visita a Barcelona no deja de testimoniar el uso del catalán: «Venía sobre un poderoso caballo, vestida la acerada cota y con cuatro pistoletes (que en aquella tierra se llaman “pedreñales”)»; «diciéndoles en lengua catalana que estuviesen quedos y se detuviesen hasta que llegase su capitán»; «¡Viva Roque Guinart muchos años, a pesar de los “lladres” que su perdición procuran!» (Citas del Capítulo LX. Segunda Parte). Además, el autor se hace eco de personajes populares de su propia época (el bandolero Roque Guinart, sin ir más lejos) o la lucha de poderes locales entre «nyerros» y «cadells». Ante los facinerosos de Guinart, el Quijote se muestra benévolo. Como apuntó el estudioso Martín de Riquer, «aparte de la recreación artística, no deja de ser chocante dibujar con tal simpatía a un grupo social que, además de sus delitos, se suponía que mantenía relaciones con los hugonotes franceses».
Para el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez-Ponga, la propuesta de trasladar puntualmente la reunión del Patronato «ha sido muy bien acogida. Es una propuesta muy cervantina, ya que efectivamente el propio Cervantes introduce palabras en catalán en ‘‘El Quijote’’». Aunque la fecha está por determinar, sería a lo largo de 2017, precisamente un año que se prevé complicado por el nuevo órdago soberanista.
- Argentina espera
El encuentro del Patronato en Aranjuez sirvió también para revalidar la apuesta del Cervantes por el vínculo con hispanoamérica. Hace sólo una semana se anunció que el próximo Congreso de la Lengua Española se celebrará en Córdoba (Argentina), que tomará en 2019 el testigo de Puerto Rico (el evento tiene periodicidad trienal). En él, la lengua volverá a ser ideología por la hermandad, pues, como recordó el Rey, «Miguel de Cervantes logró articular un pensamiento universal al servicio de la libertad y aportó a nuestra lengua compartida una riqueza extraordinaria».
Aseguran desde la institución, que cumple 25 años, que goza de buena salud y mantiene una progresión al alza. El español interesa, atrae y «vende» dentro y fuera de nuestras fronteras. Este año se han tramitado 142.794 matrículas. Los candidatos al certificado DELE han subido un 32% en el último curso (90.000 en total), el DELE 2 ha incrementado sus aspirantes en un 255% y los centros de examen crecen en un 5%. Con un total de 5.350 actividades culturales en su extensa red de centros y colaboraciones en 2.605 iniciativas de otras entidades, el Cervantes ha dado un impulso también a la enseñanza virtual. En cuanto a las pruebas de conocimiento para obtener la nacionalidad española, se han presentado 62.114 candidatos de 140 nacionalidades distintas, con una tasa de aprobado del 97%. La institución ha incrementado un 37% sus ingresos ordinarios y su presupuesto inicial para el presente ejercicio sube a 115,36 millones de euros, un 0,4% más que el año pasado.
- «Rellenar huecos»
Entre los retos inmediatos del Cervantes figura la reapertura del centro de Nador y una nueva instalación en El Aiún (Marruecos), además de «rellenar huecos» en Asia, África y Europa. Países como Corea del Sur, por ejemplo, tienen una alta demanda de estudios hispánicos.
No obstante, al igual que otras instituciones del Estado, el Cervantes aguarda la conformación de un nuevo gobierno para que se puedan ejecutar todos los planes. «Estamos trabajando en el cumplimiento de la nueva legislación, en la preparación del Plan Estratégico 2017/2019, en nuevos planteamientos académicos y en la presencia geográfica. Así que estamos haciendo nuestro trabajo, cumplimos con los deberes, pero todo queda supeditado a la formación de Gobierno», señaló a LA RAZÓN Rafael Rodríguez-Ponga. La apertura de nuevos centros, sin ir más lejos, depende del visto bueno del Consejo de Ministros, algo que en la actualidad, al estar en funciones el Gobierno, no es posible. A este respecto, Rodríguez-Ponga reconoce que hay «muchas propuestas» de nuevas instalaciones que su equipo no ha elevado porque «no hay un funcionamiento normal» del Estado.
El 25 cumpleaños de la institución concita, a pesar de todo, los parabienes. «Tenemos ya una experiencia acumulada de mucho tiempo y unos grandes profesionales», asegura el secretario general. Mil trabajadores se reparten por entre las 89 sedes distribuidas por el mundo, además de los 192 centros acreditados. En la red de 60 bibliotecas se custodian 1,3 millones de volúmenes. Se prestan 547.000 libros al año entre los 58.000 socios de la red. Los responsables del Cervantes consideran que, a pesar de la «juventud» de esta institución, cada vez más puede hablarle de tú a colosos como el British Council o la Alliance Français.
Una de las noticias que ha dejado la reunión del Patronato del Instituto Cervantes en el Palacio de Aranjuez ha sido la confirmación de que Víctor García de la Concha, director de la institución, dejará la entidad en los próximos meses y no volverá a presentarse al cargo. De hecho, García de la Concha (de 82 años) ya anunció que su mandato se limitaría a una sola legislatura. Accedió a la dirección en 2012 y, aunque su etapa al frente debía expirar este año, coincidiendo con la formación del nuevo Gobierno que saliera de las elecciones de diciembre de 2015, el hecho de que no se haya podido conformar dicho gabinete, ha retrasado su salida. Ésta se hará efectiva cuando se pueda conformar un nuevo Consejo de Ministros, encargado de elegir al director del Instituto Cervantes. El propio García de la Concha, que fue también director de la Real Academia de la Lengua entre 1998 y 2010, apuntó algunas ideas de cara a la elección de su sucesor, como que sea un buen conocedor de «la administración complejísima» de esta institución, familiarizado con las «criaturas recién nacidas» del Cervantes, como el Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (Siele). «Yo no olvidaré al Cervantes, mientras pueda lo ayudaré sin título alguno, porque se coge cariño a las cosas», confesó el actual director. Su secretario general, Rafael Rodríguez-Ponga, consideró «todo un lujo» poder contar con una persona como García de la Concha al frente de un Instituto que, recordaron ambos, ha logrado capear la crisis y evitar el cierre de varios centros amenazados por la coyuntura económica.