Sex Pistols, los chicos que hacían música para no trabajar en una fábrica
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En el desencanto juvenil del Londres de mediados de los 70 cuatro chicos formaron la banda Sex Pistols sin ser conscientes de que estaba naciendo el movimiento punk y con el único deseo de hacer música “para no trabajar en una fábrica o en una oficina”
En el ambiente de desencanto juvenil del Londres de mediados de los setenta cuatro chicos formaron la banda Sex Pistols sin ser conscientes de que estaba naciendo el movimiento punk y con el único deseo de hacer música “para no trabajar en una fábrica o en una oficina”, según John Tiberi, su agente de giras.
Tiberi es el autor de la mayoría de las fotografías que se muestran en la exposición inédita en España “From Sex to Punk. Vivienne Westwood, Malcolm McLaren y Sex Pistols”, inaugurada hoy en el centro de cultura contemporánea La Térmica, en Málaga.
En aquella época en común, cuando Tiberi tenía 27 años y los miembros de la banda apenas superaban los 20, considera que él era incluso “más punk” que ellos, al ser más consciente “de la necesidad de que las cosas cambiaran”.
“Por desgracia, el punk sólo ha pasado una vez, y no se puede hacer otra vez lo mismo”, responde Tiberi cuando se le pregunta por los paralelismos con la situación actual, y añade que “la razón de que parezca que ahora no hay movimiento es que, quizás, no se ha encontrado el medio para hacerse oír”.
En sus giras junto a los Sex Pistols ejerció como algo parecido a un “fotógrafo de familia” y no sólo plasmó los conciertos, sino también otros momentos más íntimos tras el escenario, en los hoteles y aeropuertos o en lugares turísticos como el Muro de Berlín.
“Al estar vetados, siempre estaban esperando para poder tocar, y el 95 por ciento del tiempo lo dedicaban a esperar y el 5 por ciento restante, a hacer algo, tonterías o locuras”, ha explicado Tiberi.
Sobre los miembros de la banda, ha apuntado que Steve Jones y Paul Cook “eran amigos desde siempre, se sentían muy unidos y querían hacer música juntos”, mientras que Johnny Rotten “pensaba más en una carrera en solitario”.
“¿Sid Vicious? Sid siempre estaba luchando contra el aburrimiento de la vida”, añade con una sonrisa al preguntársele por el más mítico de los Sex Pistols, que llegó para reemplazar a uno de los fundadores Glen Matlock, y que murió por una sobredosis de heroína en 1979.
Para Tiberi, el gran valor de estas fotos que se exponen en Málaga es que “representan el momento original de todo lo que se considera ahora una leyenda que ha pasado de generación en generación”, y el secreto del éxito de Sex Pistols, “ser gente auténtica que venía de la calle”.
“Estas fotos son momentos auténticos de ellos, más allá del aura que pudieran tener como estrellas o del mito que se pueda imaginar”, según su autor, que cree que su música “funcionaba por sí misma porque no tenía aditivos”.