Si trepas por el Acueducto de Segovia, pagas

¿A quien se le puede ocurrir escalar el acueducto de Segovia para hacerse un “selfie”? Pues, haberlo, haylos. Por el momento han sido dos (uno de ellos escaló como si de un pariente de Spiderman se tratase y después colgó, cómo no, la hazaña en Instagram), pero puede cundir, por desgracia, el ejemplo en el futuro. De hecho, en las dos últimas semanas se han incrementado los actos vandálicos en el milenario monumento a cargo de turistas deseosos de inmortalizarse subidos sobre una obra de arte, incluso arriesgando su propia integridad. De ahí que el Ayuntamiento de Segovia esté estudiando reforzar la vigilancia policial durante los fines de semana y festivos. La alcaldesa, Clara Luquero, ha explicado a Efe que se trata de una conducta "reprochable e "incívica"que hay que evitar, pero hasta que se apruebe la ordenanza municipal de protección y que regula los usos del monumento y su entorno, el Ayuntamiento lo ha incrementando la seguridad. Las acciones serán "inmediatas", ha asegurado, aunque de momento se está estudiando la disponibilidad de agentes ya que no se puede dejar desprotegida otra zona de la ciudad para centrarse únicamente en el monumento. El consistorio ya colocó un cartel que advierte en varios idiomas de la prohibición de subirse al Acueducto, pero parece ser que no han hecho caso y han optado por hacer caso omiso. Las sanciones que incluirá la ordenanza, que se prevé estará lista antes del verano, serán "duras", según la edil, ya que a su juicio es la única forma de disuadir y evitar el deterioro de este monumento con más de dos mil años de antigüedad.

El artículo 323 del Código Penal dispone que podrán ser castigados con penas de seis meses a tres años de prisión quienes causen daños «en bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental», e incluso penas superiores si los daños son graves.