«40 años de paz»: libertad sin ira
Pablo Remón regresa con cuatro personajes que analizarán las últimas décadas de la historia de España a través de sus vidas
Pablo Remón regresa con cuatro personajes que analizarán las últimas décadas de la historia de España a través de sus vidas
A pesar de contar con un recorrido previo nada desdeñable como guionista de cine –«Casual day», «Cinco metros cuadrados»...–, pocos esperaban un debut teatral tan interesante como el que tuvo Pablo Remón la temporada pasada con su obra «La abducción de Luis Guzmán». Aquel unánime aplauso le ha servido para que su nuevo proyecto se estrene ahora en el prestigioso Festival de Otoño a Primavera. Y todo apunta que «40 años de paz», que así se llama la obra, contiene muchos de los ingredientes con los que el autor y director se ganó el favor del público y la crítica en su trabajo anterior.
Lo primero que se repite son los nombres de los actores: Ana Alonso, Francisco Reyes y Emilio Tomé son de nuevo los protagonistas, en esta ocasión de una obra que recorre, de manera poco convencional, 40 años de historia de nuestro país; 40 años contados desde la propia óptica de los personajes. Además, se suma al reparto en este montaje la actriz argentina Fernanda Orazi, cuya popularidad sigue en ascenso imparable. Los cuatro forman una curiosa estampa familiar –criada rumana incluida– que deja pasar el tiempo en el jardín de una casa solariega en un caluroso y monótono día de verano.
A partir de aquí, Remón va cediendo el testigo a cada uno de sus personajes para que sean ellos quienes cuenten su propia historia en relación a los asuntos que han marcado su existencia de forma definitoria. Desde diversos ángulos y por distintos motivos, la cifra 40, a la que alude el título, está muy presente en todos. La maternidad, el peso de los años, el matrimonio o los fracasos laborales son algunos de los temas que irán saliendo a colación a lo largo de una función en la que el punto de vista va variando constantemente, y en la que los protagonistas pasan a ser secundarios cíclicamente.
La obra, que se presenta como un juego teatral sobre el acto de contar historias, toma en su estructura la idea borgiana de que todo narrador es a su vez objeto de otra narración que él no ha construido; un presupuesto con el que Remón pretende reivindicar la importancia de la ficción como instrumento necesario a la hora de intentar explicarnos a nosotros mismos. «He querido contar lo máximo con lo mínimo: con sólo cuatro actores, representar infinidad de espacios, personajes y tiempos. Contando con la imaginación del espectador y, sobre todo, con la palabra», resume el director.
- Dónde: Teatros del Canal (Sala Negra). Madrid.
- Cuándo: del 25 al 29 de noviembre.
- Cuánto: 14 euros (agotadas).