Del airado Valle-Inclán a la infatigable Xirgu
El Centro Dramático Nacional estrena una serie documental dedicada a las grandes figuras del teatro español en el siglo XX
Agrupados bajo el título «Nuestro teatro», el CDN grabará, a lo largo de un año como mínimo, breves espacios didácticos, de periodicidad mensual y difusión gratuita, con el fin de colocar al publico de hoy ante la huella de los grandes creadores de la escena del siglo pasado.
La iniciativa se suma así a otras parecidas, ya impulsadas por Ernesto Caballero desde que se colocase hace cuatro años al frente del CDN –como los cuadernos pedagógicos o las visitas guiadas–, que intentan cumplir con el papel divulgativo que, a su juicio, debe desempeñar también el organismo que dirige: «Es una serie que quizá también pueda resultar interesante a la propia profesión; pero fundamentalmente está dedicada y orientada al público en general y, de manera particular, a estudiantes y docentes. Yo creo, y así lo he mantenido siempre, que el teatro nacional debe ir muy de la mano del ámbito académico y educativo».
La serie, que está presentada por el propio Caballero, y que se ha iniciado con un capítulo dedicado a Valle-Inclán, permite conocer, además del legado artístico de cada protagonista, algunas curiosidades y anécdotas que sirven para situar adecuadamente a los personajes en el contexto histórico y social en el que desarrollaron su obra. En el caso del autor gallego, por ejemplo, se cuenta cómo, con su proverbial incorrección, mostraba por el género del teatro un abierto desdén que, sin embargo, obedecía en realidad al enfado que le provocaba no recibir la misma atención que otros autores coetáneos, como el entonces todopoderoso Echegaray. «¡Es que incluso llegó a encerrar en un camerino a su mujer, que era actriz, porque no soportaba que saliese a actuar en una obra de Echegaray!», nos añade el director entre risas.
Pero «Nuestro teatro» no se detendrá exclusivamente en los autores españoles más destacados, sino también en aquellos directores, actores, corrientes escénicas o montajes emblemáticos que han ido configurando un arte dramático propio y contemporáneo cuya trascendencia, según su director, es mayor de lo que a veces pensamos: «La literatura dramática española, por ejemplo, tiene una gran importancia en la literatura dramática universal; y eso es algo que deberíamos apreciar. En este sentido, creo que nunca está de más recordar de dónde venimos, y hacer que nuestras referencias no se diluyan».
Precisamente otro autor, Jardiel Poncela concretamente, será el protagonista del próximo capítulo; después irán apareciendo los dedicados al Lorca más surrealista, a la diva María Guerrero o a la incombustible Margarita Xirgu, entre otros «clásicos contemporáneos», los cuales irán alternándose con episodios de otra naturaleza, dedicados a producciones importantes del CDN, entre las que estarán las recientes Rinoceronte o El viaje a ninguna parte.
«La verdad es que estamos muy ilusionados. La respuesta está siendo ya fantástica, porque es un herramienta de enseñanza muy útil que, además, se puede difundir a todos los países de habla hispana –asegura Ernesto Caballero–. Decimos muchas veces, los que nos dedicamos al teatro, que hay que “hacer público”; pues creo que esto es “hacer público”: divulgar y formar. Ser espectador, sin duda, significa tomar una decisión con respecto a lo que uno ve; pero esa decisión ha de basarse en un mínimo de información. Nosotros lo que pretendemos es facilitar al espectador esa herramienta de información para que pueda ver y pueda decidir sobre lo que ve».