«El portazo de Nora»

Venezia Teatro estrena “Casa de muñecas” en versión de Pedro Víllora dirigida por José Gómez-Friha, en el 40 aniversario del Fernán Gómez

Cuando “Casa de muñecas” de Henrik Ibsen, estrenada en 1879, abogaba por los derechos de la mujer y del hombre, la sociedad puritana de la época quedó escandalizada, pero la pieza revolucionó el arte dramático. La historia, adelantada a su tiempo, cuenta la vida de Nora Helmer, felizmente casada con Torvald, ambos pertenecientes a la clase alta. Con tres hijos, su vida parece resuelta hasta que reaparece Krogstad, un usurero que busca chantajearla por un préstamo solicitado en secreto para salvar a su marido. Esto amenaza la estabilidad familiar y muestra a Nora como una muñeca, un objeto propiedad de su esposo. Es entonces cuando decide afirmarse y luchar por su independencia y su capacidad para decidir por sí misma, aun rompiendo con normas y convenciones sociales. Un personaje convertido en icono absoluto del feminismo. La estrena Venezia Teatro en versión de Pedro Víllora dirigida por José Gómez-Friha, en el 40 aniversario del teatro Fernán Gómez.

“Es un texto que hay que recordar”, afirma Gómez-Friha. “Llevamos años con el tema del machismo y es perfecto para recordar lo mucho avanzado y lo que queda, porque sigue vigente y quedarse dormidos significa retroceder”. Llamarle feminista quizá queda corto. “Este concepto está evolucionando. A finales del XIX sería un bombazo ver ese final, debió ser muy fuerte, de remover conciencias y generar muchísimas emociones y controversia. Pasados cien años necesita un retoque, una lectura contemporánea”, prosigue el director. “El portazo de Nora hace 120 años no tiene por qué ser el mismo que ahora, porque entonces diríamos que no ha cambiado nada y no es así. Han cambiado muchísimas cosas a mejor, pero no hay que paralizarse para llegar al concepto de igualdad, para que feminismo, machismo y otros conceptos parecidos desaparezcan de nuestro léxico”.

“Era necesario que Nora abandonara la casa para crecer y vivir libre”, resalta Gómez-Friha. “Fue educada en un rol sumiso, recluida en el hogar, cuidando hijos... Por eso elegimos la estética de los años 50 americanos, de mujeres perfectas y manuales de la perfecta esposa. Ese avance temporal indica la evolución del texto”. ¿Qué tenemos que aprender de Nora?: “Dos lecciones importantes, que cuando uno tiene necesidad de dar el portazo, hay que ser valientes y hacerlo. Y que inventar una vida alrededor nuestro para ser felices, es un error. Hay que entenderse uno mismo, cuidarse por dentro, así nuestro entorno será feliz. A la inversa, no funciona”, concluye.

Dónde: Teatro Fernán Gómez

Cuándo: Del 23 de noviembre al 17 de diciembre

Cuánto: 16 euros