La escena señala (de nuevo) a Carmena

Más de 700 profesionales de la cultura firmaron ayer un comunicado para pedir la vuelta del teatro a las Naves de Matadero.

Todavía resuenan en el patio de butacas del paseo de la Chopera los ecos del 7 de marzo –fecha en la que se presentaba la entonces nueva programación de las Naves del Matadero– de Madrid. La salida del teatro de los escenarios sus escenarios –salvo la excepción que confirma la regla de Milo Rau, que presentará «Five Easy Pieces» el 6 y el 7 de julio– obligó a intérpretes y directores a lanzar un grito en contra de una medida que colmaba el vaso. Las voces tuvieron su efecto: Celia Mayer era cesada de su cargo como responsable del área de Cultura en menos de diez días y parecía que se abría espacio a la esperanza. Más de tres meses después, aquellos y otros muchos compañeros «de las artes escénicas y amantes de la cultura» –se presentan–, repiten ante la falta de movimiento, aunque esta vez mediante un comunicado que publicaron ayer. Hasta 714 figuras apoyan «Defendiendo lo de todos», un manifiesto para «reivindicar la convivencia de todo tipo de artes escénicas en las Naves de Matadero»: «Los firmantes solicitamos al Ayuntamiento de Madrid y a sus responsables que reconsideren esta penosa situación, que reparen este daño profundo a nuestra profesión y a la ciudadanía. El Matadero es un inmenso espacio de titularidad municipal que puede albergar todo tipo de artes, ejemplo vivo de que la cultura ha sido, es, un puente imprescindible de respeto y entendimiento. Defendamos lo de todos», subrayaban.

Entre los nombres, primeras espadas de la escena: José Sacristán, Juan Echanove, Nuria Espert, Lola Herrera, Pepe Viyuela, Carlos Hipólito, José Luis Gómez, Concha Velasco, Ana Belén, Joaquín Sabina, Pilar Bardem. Albert Boadella, Imanol Arias... También el director Juan Mayorga, que quiso hacer especial hincapié en que no se critica el proyecto de Mateo Feijóo: «Hay que sumar y creo que hablo en nombre de todos los que estamos ahí si digo que tenemos el máximo respeto y a la extensión de las prácticas. A mi juicio, un teatro es, ante todo, el espacio de encuentro entre el actor y el espectador y es un hecho que en estos meses eso no se ha producido. Percibimos pérdidas muy importantes para el espectador madrileño y han de ser corregidas. El Ayuntamiento debería hacer un esfuerzo para promover una oferta lo más amplia posible», defiende el director de un espacio «en el que hay sitio para todos y confío en que hay gente abierta e inteligente para hacer de esto algo positivo en la de la extensión de la oferta, creo que se debe pensar en el espectador». Y así lo recoge el comunicado: «Queremos expresar nuestro respeto y apoyo a la decisión del Ayuntamiento de Madrid de dotar a la ciudad de un Centro de Creación de las Artes Vivas, un lugar donde se podrá dar cabida a nuevas formas de expresión e investigación. Sin embargo, esta estupenda iniciativa viene acompañada a su vez de una terrible noticia: la desaparición de dos espacios de exhibición de las artes escénicas tan emblemáticos como las Naves del Matadero, dos salas (Max Aub y Fernando Arrabal) que durante sus 10 años de existencia han acogido 172 espectáculos de producción propia, externa, o coproducciones, 2.909 funciones, con una media de más del 60% de ocupación y una cifra total de más de 600.000 espectadores. En resumidas cuentas, un lugar consolidado y reconocido internacionalmente, un espacio privilegiado para determinados espectáculos que a menudo no tienen cabida en un teatro convencional a la italiana, un centro de exhibición en el que miles de profesionales del sector han podido desarrollar su labor profesional». «Es una pena que se deje de hacer teatro en un sitio que se ha hecho muy bien y se ha enganchado a tanta gente», completaba Concha Velasco.

Pese a las críticas, el Gobierno de Manuela Carmena mantiene su apuesta por el Centro Internacional de Artes Vivas creado en sustitución de las antiguas Naves de Matadero: «Avalamos el concurso que ganó Mateo Feijóo y su propuesta. No es algo que vaya en contra del teatro de texto, sino que trata de articular una narrativa alternativa en la que las artes vivas tengan su espacio como ocurre en muchas ciudades europeas», reconoce a este diario un portavoz de la empresa pública Madrid Destino, cuya reestructuración está llevando a cabo la alcaldesa en persona tras el cese de la ex delegada de Cultura, Celia Mayer. Insisten desde el Gobierno municipal en que el área de Cultura «ya está trabajando en varias iniciativas para recuperar espacios y escenarios para el teatro de texto» y en la configuración de un festival que venga a suplir al Festival Fringe, suprimido tras la reestructuración dirigida por Feijóo en Matadero. «Respetamos muchísimo las críticas y las opiniones de los firmantes del manifiesto pero apoyamos la propuesta del Centro Internacional de Artes Vivas, que además está disfrutando de una muy buena acogida».