Tragedia confirmada: el teatro pierde 1,8 millones de espectadores
Las artes escénicas bajaron entre septiembre y diciembre de 2012 un 31,43% de público y un 33% de taquilla. Productores y empresas estiman el impacto de la subida del IVA en el 61,4% de la caída en la recaudación
Nos hubiera encantado llevarle la contraria a nuestras propias páginas, las que el pasado enero publicó LA RAZÓN, y dibujar un panorama más optimista. Lo cierto es que las cifras presentadas ayer confirmaron y acrecentaron el negro panorama de las artes escénicas españolas en los últimos meses. La causa, a grandes rasgos, la resumen los productores y compañías en las siglas que les traen por la calle de la amargura: IVA. El pasado mes de septiembre el Gobierno aplicó una subida de 13 puntos porcentuales en el impuesto sobre el valor añadido a los bienes culturales, que pasó del 8% al 21%. Las consecuencias, en cifras, las presentó ayer el mundo teatral en una convocatoria de Faeteda, la principal asociación de empresarios y compañías del sector. Habló en representación de todos su presidente, Daniel Martínez, pero estuvo secundado por profesionales conocidos, desde compañías como Tricicle y Uroc a empresarios como Jesús Cimarro, Alejandro Colubi, Enrique Cornejo, Pedro Larrañaga, Juanjo Seoane, Eduardo Galán y productoras como Drive.
«Ya anunciamos las graves consecuencias que comportaría esa medida. Por desgracia, han quedado superadas por la realidad», explicó Martínez. Esa realidad se concreta en 1,8 millones de espectadores perdidos entre septiembre y diciembre de 2012, el periodo analizado en un dictamen encargado a ICC Consultors que ha calculado el impacto real del IVA. El texto recoge datos como el descenso de la facturación en ese periodo en las salas de teatro españolas (32,98%) y el del número de espectadores (31,43%). A partir de la variación interanual conocida, el dictamen concluye que la incidencia del IVA explica un 61,4% del primero y un 55,6% del segundo. El resto, reconocen los afectados, se debe a otros factores y problemas latentes en el sector teatral español, que el propio Martínez resumió en dos fundamentales: la reducción de recursos públicos, extremada en los últimos años, que los ha dejado en el 50% en algunas CC AA e incluso en el 0% en otras; y la reducción de las partidas dedicadas a representaciones en muchos municipios (más del 60% de reducción en este terreno), que está deshaciendo un tejido tetral que había costado años montar.
Con todo, su discurso tiene un eje claro. «Es verdad que estamos tan afectados como otros sectores por la crisis general. Las artes escénicas tenían gravísimos problemas, pero no precisamente la asistencia de púbico». Algo que el cambio impositivo ha alterado, lamentan.
Por eso, el sector teatral clama por un paso atrás del Gobierno, un regreso del IVA al tipo reducido (se conformarían con el 10%, que fue la subida aplicada a otros sectores). Y ayer lo hicieron por activa y pasiva. Para ello, aportaron comparativas: «Se justifica la medida como de obligado cumplimiento de las directivas europeas, pero no hay país que grave la cultura como el nuestro –explicó Martínez–. Es más, ha habido países que han dado marcha atrás». es el caso de Holanda (6%), Portugal (13%), Francia (5,5%, con las 140 primeras representaciones al 2,1%), que rebajaron sus equivalentes al IVA tras comprobar sus efectos negativos. La lista de países sigue, todos iguales o por debajo del 10%: Noruega, Suiza, Bélgica, Grecia, Alemania, Finlandia, Irlanda, Italia...
Por eso, piden comprensión a Cultura y Hacienda. «Al margen de cualquier debate ideológico, instamos al Gobierno a realizar un análisis racional de la situación y obrar en consecuencia», prosiguió.
El dictamen calcula que, en caso de revocarse el incremento del IVA, en un año natural la recuperación sería de 2,5 millones de espectadores y más de 53 millones de euros en recaudaciones netas. También hablan de puestos de trabajo directos: el incremento del IVA ha destruido 600 en el sector, lamentan, pero replantear los tipos impositivos podría generar hasta 1.600 en un año (la explicación de esta diferencia reside, aseguran, en la mayor capacidad para contratar, realizar producciones adecuadas, giras...), sin contar los indirectos (escenógrafos, técnicos...).
Además, han realizado un cálculo: el Estado podría embolsarse 64,8 millones de euros más, que ahora está perdiendo por la bajada de espectadores y recaudación, (en concepto de IRPF, subsidio de desempleo que debe pagar...).
Sus interlocutores son los Ministerios de Cultura y Hacienda –con Cristóbal Montoro no han llegado a reunirse, sí con el director general de Tributos– y el propio Gobierno. 24 horas antes de su presentación a la Prensa, todos tenían estos datos. Faeteda trabaja en un plan de choque para las artes escénicas que entregarán a Cultura después de Semana Santa. «No nos han dado portazo», explica Martínez, y matiza: «El no decir "no"no significa decir "sí", pero puede significar "tal vez". Nos aferramos a ese "tal vez"desesperadamente». Martínez insistió sobre el proceso en marcha: «No hay puentes rotos: hay diálogo, con Cultura, con la Dirección General de Tributos y con el equipo de Gobierno». Y son rotundos sobre los plazos que esperan. «Mañana. Cada día que pasa, el deterioro es mayor».
Una campaña sin precedentes
Con ligeros matices –han sido actualizadas en estos dos meses transcurridos–, las cifras presentadas ayer fueron adelantadas por LA RAZÓN el pasado 22 de enero, en un amplio reportaje en el que este periódico se hizo eco de la preocupación del sector teatral. Ante la gravedad de la situación, en los días siguientes estas páginas acogieron una serie de artículos especiales sobre la salud y los problemas de las artes escénicas españolas, así como sobre sus fortalezas y su capacidad para ofrecer calidad incluso en los momentos complejos. Bajo la etiqueta «Salvemos al teatro», este diario analizó el empuje de los autores españoles en la cartelera comercial, el auge de los nuevos formatos teatrales y reunió a expertos del campo teórico para debatir sobre las tendencias de la dramaturgia, entre otros temas.
El detalle
MUNICIPIOS SIN DOTACIONES
Una de las causas de la caída en público y recaudación, explican desde Faeteda, está en la reducción de las dotaciones municipales para artes escénicas. «No puede ser que haya demanda, un público que quiere ver teatro, pero no puede», lamenta Martínez, e insta a sus responsables a dar la cara y reunirse con el sector. «Busquen medidas en conjunto. Seguro que se encontrarían fórmulas posibles para que esas estructuras en las que hemos invertido tantísimos millones no pasen a la infrautilización, al cierre o a la intromisión profesional».