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Todos con José Manuel Lara

La Basílica de la Purísima Concepción de Barcelona se quedó minúscula para albergar a las más de 700 personas que dieron el último adiós a José Manuel Lara Bosch

Alberto Fernández Díaz, Alicia Sánchez-Camacho y Javier Arenas
Alberto Fernández Díaz, Alicia Sánchez-Camacho y Javier Arenaslarazon

Más de setecientas personalidades del mundo de la política, la cultura y la economía quisieron dar el último adiós al editor José Manuel Lara

Artículos de:Juan CORONA, Nicolas de TAVERNOST, Alejandro ECHEVARRÍA, Joan TARRIDA, Manuel VILLA-CELLINO y Maruja TORRES

Si la importancia de un hombre se mide por el amor, el cariño y la admiración que despierta en sus semejantes, el sepelio de José Manuel Lara Bosch demostró ayer la grandeza de la figura del editor. La Basílica de la Purísima Concepción de Barcelona se quedó minúscula para albergar a las más de 700 personas que quisieron darle un último adiós, incluyendo a los pesos pesados del mundo de la cultura, la economía, la política, el periodismo y el deporte. En una ceremonia sencilla pero muy emotiva, presidida por su viuda, Consuelo García-Píriz, y sus cuatro hijos, José Manuel, Marta, Ángela y Pablo, se puso de manifiesto que la figura de Lara trascendía en mucho la del empresario y editor. «Para él, ser importante era hacer cosas por sus semejantes sin esperar nada a cambio», recordó su viuda, en el primer capítulo de una ceremonia que emocionaría a los presentes y que recordaría al Lara íntimo y cercano. «Le encantaba estar con los jóvenes que tenían espíritu de esfuerzo, como él. Ésos son los únicos que cambian la vida de la gente y viven para siempre, solía decir», añadió García-Píriz con entereza.

Entre los asistentes del mundo de la política estaba la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien aseguró que esperaba «seguir aprendiendo del espíritu emprendedor» que demostró Lara. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y los ministros del Interior, Jorge Fernández, y Exteriores, José Manuel García-Margallo, tampoco quisieron faltar a una ceremonia que convocó también a los consellers Francesc Homs, Santi Vila y Andreu Mas-Colell, la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, y en Barcelona, Emilio Ablanedo, los dirigentes populares Javier Arenas, Alicia Sánchez-Camacho y Alberto Fernández. Además, también quisieron asistir a la ceremonia el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y numerosos ex ministros como Narcís Serra, Rodrigo Rato, Josep Piqué, Javier Arenas, Eduardo Zaplana y César Antonio Molina, quien recordó a Lara como «un amigo, uno de los más grandes editores y una persona tremendamente generosa y entusiasta de la cultura».

Por supuesto, no podía ser de otro modo, el mundo de la cultura también estuvo muy bien representado con escritores de la talla de Rosa Regàs, Pere Gimferrer, Maruja Torres, Javier Sierra –quien comparó a Lara con «el Atlas que aguantaba todo nuestro planeta»–, Arturo San Agustín, Rafael Nadal, Fernando Delgado y Carlos Ruiz Zafón, quien aseguró que «con sencillez, sin afán de protagonismo, ha modernizado el mundo editorial y nos ha puesto a todos en órbita». En nombre de los editores, presentaron sus respetos Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores, Patrici Tixis, Blanca Rosa Roca, Emili Rosales, Esther Pujol, Xavier Mallafré, Carlos Revés. Además, del mundo de la cultura también se dejaron ver la presidenta del Palau de la Música, Mariona Carulla; la presidenta del Festival de Peralada, Carme Mateu, o Julio Fernández, de Filmax.

También pudo verse a la plana mayor del universo económico español, encabezada por el vicepresidente del Grupo Planeta, José Creuheras; Carlos Fernández, el consejero delegado del grupo, Luis Elías, su secretario general. Además, asistieron nombres del calado de Antonio Brufau, de Repsol; Josep Oliu, del Banco Sabadell; Jaume Giró, de CaixaBank; Sixte Cambra, de Puerto de Barcelona; Joan Rosell, presidente de Fomento del Trabajo; Salvador Gabarró, de Gas Natural Fenosa; Isac Andik, de Mango; César Alierta, de Telefónica; Enrique Lacalle, del Barcelona Meeting Point; Carlos Tusquets, de Mediolanum; Salvador Alemany, de Abertis; Emilio Cuatrecasas, de Cuatrecasas; Dimas Gimeno, de El Corte Inglés; Ángel Ron, del Banco Popular; Matías Rodríguez Inciarte, del Santander; Joan Gaspart, de Husa; el matrimonio Tous o José Arcas, ex presidente de Nestlé.

De los medios de comunicación, destacó la presencia del presidente de LA RAZÓN, Mauricio Casals; el subdirector general, Joaquín Parera, y la delegada en Cataluña, Monty Parera. Otros periodistas que quisieron mostrar su cariño a la familia fueron Luis del Olmo, Julia Otero y Jordi Évole, quien aseguró que Lara «ayudó a que en este país haya mayor pluralidad informativa, que es lo que hace rica a una democracia». Matías Prats, Eduard Punset o Xavier Sardà completaron esta larga lista. También hubo representantes del mundo del deporte, sobre todo del Espanyol, con Camacho a la cabeza, entrenador con el que Lara solía jugar al dominó. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, el del Fútbol Club Barcelona, Josep Maria Bartomeu, también quisieron dar un último adiós a Lara Bosch.

El padre Ramon Cors ofició la sentida ceremonia, en la que glosó la figura de Lara como «un gigante de los medios de comunicación y un modernizador cultural». Sin embargo, recordó que «a mí me enseñaron a valorar por lo que llevan dentro y por lo que son y él siempre se mantuvo humilde y sencillo, ayudando a los necesitados». Porque si algo quedó claro en el día de ayer es que Lara Bosch era bastante más que un gran editor y empresario, era, sobre todo, un «hombre bueno». «Tus hijos seguirán tan unidos como siempre», señaló Marta Lara García, en un último testimonio que dejó a los asistentes con el corazón en un puño. «Tus nietos, Bubu, te redordarán y aprenderán lo que nos enseñaste», añadió haciendo referencia a cómo le conocían sus nietos, para acabar con unas hermosas palabras de aliento a su madre, «que siempre fue lo más importante» para Lara Bosch.

La comitiva salía de la basílica pasadas las 14:00 horas, todavía conmocionada por una ceremonia que logró capturar la figura colosal de un hombre que dejó su huella en la empresa, la cultura, los medios, el deporte, y en todos aquellos que tuvieron contacto con él. «Siempre decía que los verdaderamente importantes eran los excepcionales», recordó su viuda, ensalzando su humildad. José Manuel Lara Bosch, humilde, importante y excepcional.